Un entrenador la figura más relevante, la persona de confianza del liderazgo. Son los encargados de llevarlos a lo más alto del deporte. Una relación de poder que podría ir más allá de una marca deportiva, dejando en algunos casos marcas en su inocencia y en su vida.
Dos relatos de jóvenes deportistas apuntan contra el mimo hombre, su entrenador que por décadas ha formado atletas en Chillán. El prestigio y los resultados han sido los compañeros de Pedro Catalán, el entrenador de la selección de atletismo de la Universidad del Bío-Bío de Chillán, y académico de ese plantel. Hoy está denunciado por abuso sexual por conductas inapropiadas contra menores. Atletas, familias que confiaron en él un futuro deportivo para sus hijas, pero que hoy las tiene luchando por justicia en tribunales.
Pascal tenía 14 años cuando llegó la invitación al Cross Country de San Fernando, la oportunidad para mostrar meses de entrenamiento. Dicho torneo terminó cambiándole la vida.
"El profesor me dice que nos teníamos que quedar en una misma pieza. De repente él se para y se va a sentar al lado mío. En eso como que me quiero parar, él me agarra y como que me acuesta en la cama. Él me tapa la boca y me mete las manos por debajo de mi ropa interior", expresó Pascal.
Conductas fuera del protocolo de la universidad y denunciadas que ocurrían lejos de los ojos de los apoderados. Supuestos abusos sexuales cometidos en 2016 que no sólo terminaron con su inocencia y su infancia, sino que abrieron el capítulo de años de chantajes y soledad. "En la competencia, él se acerca a mí y me pide perdón. Me dijo que eran arrebatos de hombre y que yo no tenía que contarle a nadie", añadió. Un silencio que para Pascal fue su refugio, puesto que no quería perder la beca ofrecida por Catalán. Un dolor que de a poco su familia comenzó a notar.
Pedro Catalán es una figura en el mundo del deporte y sobre todo un hombre respetado en Chillán. A fines de 2017, la joven se atrevió a relatar su testimonio.
Su famillia informó a la universidad y, por protocolo, se hizo la denuncia ante la fiscalía. Un año y medio ha pasado y ni la justicia ni la casa de estudios han tomado una medida concreta que aleje a Catalán de las pistas de entrenamiento.
El entrenador hace dos semanas que falta a la universidad por licencia médica.
Mayorlin Medina acusa violación por parte de Catalán. Hace nueve años, la joven entrenaba con el acusado, también con una beca. Como cada semana, llegaba a la universidad en busca de su plan de entrenamiento. Casi una década ha pasado y el tiempo no ha curado sus heridas, pero hoy se atrevió a revivir todo en busca de justicia.
Catalán estuvo en prisión preventiva durante casi un año mientras duró la investigación. Fue absuelto por falta de pruebas y a los días fue reincorporado por la universidad. La UBB realizó un sumario intero, pero nunca removió al acusado de sus funciones: la única medida fue quitarle la rama femenina. Pese a ello, Catalán seguía en contacto con las atletas.
Carolina fue compañera de entrenamiento de Pascal y también habría soportado comportamientos inapropiados de Catalán: masajes que se repiten en varios relatos.
Respecto a las acusaciones en su contra, Catalán indicó que en una ocasión compartió "en un departamento" con una atleta, "que no es lo mismo que una habitación que tenga dos camas juntas, ni nada por el estilo. Y además con puertas compartidas con la habitación de los varones".
"Yo puedo abrazar a una atleta, felicitándola. Si fuese por eso, pucha claro, ahí sí que soy culpable", expresó.
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