Un joven de 20 años está detenido tras la muerte de un sujeto de 34 que sería el conviviente de Nabila Rifo, mujer que en 2016 fue víctima de la pérdida de la vista tras golpes de su pareja. En esta ocasión, sus dos hijos estarían involucrados en la agresión del fallecido en Coyhaique.
De acuerdo a datos preliminares, en horas de la noche de este jueves el conviviente habría insultado y agredido a Nabila Rifo. Sus dos hijos habrían salido en su defensa, golpeando al sujeto y huyendo del lugar.
El hombre fue trasladado hasta el hospital regional, donde falleció en horas de la madrugada.
También en horas de la noche, uno de los jóvenes involucrados se entregó a Carabineros, mientras que se desconoce el paradero del otro.
De acuerdo con información de carabineros, Nabila Rifo ya registraba denuncias por violencia intrafamiliar y una denuncia por amenazas con arma blanca en el año 2023.
Según el medio local Diario Regional de Aysén, la casa en donde ocurrió el hecho fue periciada durante la madrugada, mientras que Nabila fue conducida a un cuartel de la PDI en calidad de testigo.
La mañana de este viernes, en conversación con Buenos Días a Todos, el periodista de Radio Santa María de Coyhaique, Javier Toloza, explicó que anoche "pudieron ver a Nabila acongojada y muy mal", mientras se realizaban las primeras diligencias.
"La situación de ella (Nabila Rifo) está en 'veremos'. En principio, estaría en calidad de testigo", aseguró el fiscal jefe de Coyhaique, según aseguró a la radio Santa María.
El caso Nabila Rifo
El caso, considerado como uno de los más emblemáticos de los últimos años en nuestro país, ocurrió el 14 de mayo del 2016, cuando Nabila Rifo —de 28 años, en ese entonces— fue brutalmente agredida en la ciudad de Coyhaique por su pareja, Mauricio Ortega.
El hecho se produjo cuando Ortega y Rifo se encontraban al interior del domicilio que compartían en una fiesta junto a otras personas, en la cual habían ingerido alcohol. En ese contexto, se inició una discusión entre ambos, con insultos, amenazas y agresiones a la víctima, las que provocaron que ella huyera del lugar, siendo alcanzada por Ortega quien, tras propinarle reiterados golpes, procedió a arrancarle los ojos a la víctima.
Tras un juicio que duró 36 días, Mauricio Ortega fue condenado, inicialmente, a 26 años de cárcel por los delitos de violación de morada, lesiones graves gravísimas y femicidio frustrado. Sin embargo, —y tras un recurso de nulidad presentado por la defensa de Ortega—, esta fue posteriormente rebajada a 18 años de cárcel, tras eliminarse el delito de femicidio frustrado.