La Fiscalía confirmó que las osamentas humanas encontradas en la ribera del río Toltén, en Villarica, pertenecen a un hombre desaparecido desde hace 11 años.
La víctima se trata de Pablo Antonio Ernesto Navarro Carrasco, cuya desaparición fue denunciada como presunta desgracia el 18 de julio de 2014, sin tener resultados hasta ahora.
Navarro fue encontrado gracias un grupo de pescadores que descubrió un cráneo y otros restos oseos mientras operaba en el sector.
El ADN de las oseamentas fue comparado con el de los familiares de dos personas desaparecidas que podían coincidir, entre ellas con la de un joven desaparecido desde el 2016.
Finalmente, análisis dio con que los restos pertenecían al hombre que era buscado desde hace más de una década.
¿Quién era y qué le pasó a Pablo Navarro?
La Físcalía está trabajando en esclarecer las circunstancias que llevaron a su desaparición y posterior muerte. No obstante, aún no han revelado teorías respecto a qué pudo haber ocurrido.
El caso de Pablo Navarro estaba publicado en la sección "Personas extraviadas" de la PDI, cuyo afiche daba cuenta de sus 53 años de edad, vestimenta y que padecía depresión.
