La Fiscalía de Villa Alemana busca comprobar que los primeros crímenes de Hugo Bustamante, cuyas víctimas fueron Elena Hinojosa y Eduardo Páez, no han prescrito pese a que fueron cometidos en 1996.
Ambos cuerpos fueron encontrados al interior de la vivienda del "Asesino del tambor", específicamente en calle Cobadonga 641, mismo domicilio donde casi 15 años después fue cometido el homicidio de Ámbar Cornejo, de 16 años.
En una entrevista dada a la periodista Ivonne Toro, autora del libro "La niña Ámbar", el sujeto reconoció haber perpetrado un doble asesinato en la década de los 90 que no habría sido investigado por las autoridades.
Las víctimas corresponden a una madre y su hijo que desaparecieron hace 28 años, sobre quienes existía una denuncia por presunta desgracia desde 1996.
En conversación con El Mercurio, el fiscal jefe de Villa Alemana, Osvaldo Basso, indicó que los restos "estaban en un pozo séptico del patio, a unos cuatro metros de la casa del imputado. La misma casa en la que enterró a Ámbar, levantando las tablas del piso del living. Acá fue afuera, en el fondo del patio, en una fosa que después tapó".
Y si bien el crimen de Hinojosa y Páez habría sido cometido en 1996, la conducta, patrón de ocultamiento y mismo modus operandi de Bustamante podrían ser determinantes para comprobar que los primeros delitos no están prescritos, ya que existiría una cadena de interrupciones de los plazos legales.
La cronología que permitiría condenar a Bustamante
En los 90, los homicidios calificados podían ser castigados con presidio perpetuo y tenían un plazo de prescripción de 15 años. Es decir, en estricto rigor, el crimen de Hinojosa y Páez caducó de esponsabilidad penal en 2011.
Sin embargo, el fiscal Basso plantea que ese tiempo fue interrumpido por el doble asesinato que cometió en 2005.
Aquel año mató a su ex pareja Verónica Vásquez, de 49 años, y al hijo de ella Eugenio Honorato, que tenía 9 años, a quienes escondió al interior de un tambor.
Con esa interrupción, se habría abierto un nuevo periodo de 15 años para la prescripción, que se cumplió en enero de 2020.
El crimen de Ámbar ocurrió en julio de 2020, seis meses después del plazo de prescripción de los primeros asesinatos. No obstante, la investigación por el crimen de la menor de edad permitió condenar también a Bustamante a 27 años de cárcel por abusos sexuales reiterados y estupro cometido en contra del hermano de Cornejo.
Según el fallo del Tribunal Oral en Lo Penal de Viña del Mar, estos delitos ocurrieron a partir del segundo semestre de 2019, antes de enero de 2020.
Con todos esos antecedentes, el fiscal Basso busca comprobar que los plazos de prescripción sí fueron interrumpidos y que el "Asesino del tambor" tendría responsabilidad penal de las muertes de Elena Hinojosa y Eduardo Páez.