En un contexto donde el 34% de la basura en la región de Valparaíso está compuesta por plástico, tres playas de la V Región —Zapallar, Cachagua y Maitencillo— han alcanzado un hito importante en la reducción de residuos. Gracias a la colaboración entre la comunidad y diversas iniciativas, se ha logrado evitar la presencia de más de 50.000 botellas de plástico en estas playas durante el mes de enero.
Un estudio realizado por Científicos de la Basura y la Universidad Católica del Norte (UCN) reveló que el plástico es el principal residuo en las playas chilenas, representando el 34,6% de la basura acumulada. Este dato subraya la gravedad de la situación, ya que, a nivel global, la producción de plástico supera los 430 millones de toneladas anuales, con América Latina contribuyendo al 20% de esta cifra. En Chile, la acumulación de plásticos alcanza las 25.000 toneladas al año, posicionando al país como líder en acumulación per cápita de plásticos en la región.
Frente a esta crisis, Maihue, una empresa comprometida con la sostenibilidad, ha puesto en marcha la campaña “El futuro no es desechable”, instalando dispensadores de agua purificada conectados a la red gratuitos en varios puntos de las playas. Esta iniciativa ha permitido a los veraneantes y ciudadanos de la zona recargar sus botellas reutilizables, evitando la compra de nuevas botellas de plástico y contribuyendo significativamente a la reducción de residuos. En solo un mes, se han evitado más de 50.000 botellas de plástico en estas playas.
Claudio Brinkmann, Co-Fundador y CEO de Maihue, destacó la importancia de estas iniciativas frente a la crisis global del plástico. "Uno de los mayores desafíos en la gestión de residuos es el manejo de las botellas de plástico, que representan casi el 40% del peso total de los desechos generados a nivel mundial. Sin embargo, solo el 8.5% de estas botellas se reciclan, lo que tiene un impacto devastador en nuestros océanos y ecosistemas", explicó.
La tendencia mundial hacia el uso de dispensadores de agua purificada y remineralizada como alternativa al plástico está tomando fuerza. Maihue, que ha logrado ahorrar más de 60 millones de botellas de plástico en un solo año, promueve este modelo como una opción económica y ecológica para acceder a agua de calidad sin generar residuos. La empresa fue recientemente galardonada con el premio Impacto Latam por sus esfuerzos en la lucha contra la contaminación por plásticos.
"Es crucial cambiar nuestra cultura de consumo de agua. Un 80% del costo de una botella de agua embotellada se atribuye al plástico y su transporte. Los dispensadores de agua purificada no solo son una solución más económica, sino también amigable con el medio ambiente", concluyó Brinkmann.