Consternación en la comuna de Chillán, región del Ñuble, provocó el caso de un teólogo, adventista y profesor de matemática, quien creó y lideró una red de pedofilia para cometer diversos delitos sexuales en contra de su propia hijastra, en un transcurso de casi 10 años.
Según Richard Urra, abogado de la Fiscalía Local Chillán, el imputado principal fue condenado a una pena de presidio perpetuo, por los delitos de violaciones y abuso, y a una pena de 15 años por los delitos de producción y almacenamiento de material pornográfico infantil. En total, 14 personas fueron condenadas.
La autoridad relató que el líder de esta red "hizo clase en distintos colegios, de distintas regiones", además de realizar clases en un centro penitenciario de Chillán y cursar un doctorado en psicología.
La víctima fue sometida a abusos desde los 8 hasta los 17 años, quien fue manipulada psicológicamente para normalizar los delitos.
Cómo fue descubierta la red de pedofilia
La red fue descubierta de forma fortuita. El principal imputado en la causa, un hombre de 64, le solicitó a un informático que le instalara un programa bíblico en su computador. El técnico descubrió una serie de fotos y videos de connotación sexual, en donde la víctima era una menor de edad.
Florentino Bobadilla, fiscal adjunto de Chillán, explicó que "se inició como un delito de almacenamiento de pornografía infantil, producción de material pornográfico, pero a medida que el Ministerio Público recababa antecedentes, nos dimos cuenta de que nos encontramos frente a una única víctima, y que esta víctima no solamente había sido violada y abusada por una persona, sino que además habían participado muchas otras personas".
De acuerdo con la comisaria Carolina Hernández, de la Brigada de Delitos Sexuales de Ñuble, se descubrieron más de 166 mil archivos, 13 mil fotografías y 130 videos, los que permitieron conocer la identidad de los 14 imputados.
Todos los involucrados fueron contactados por el líder de la red, quien conoció a la víctima como su profesor particular y luego inició una relación con la madre, que también fue condenada por violación en calidad de cómplice.
Víctima fue manipulada psicológicamente
El abogado Urra aseguró que el líder de la red, "a través de su capacidad o su alto grado de convencimiento fue manipulando y distorsionando la realidad de la de la víctima para que, en el fondo, realizar en ella esta programación y que ella entendiera que las conductas que hacían eran conductas normales".
En la misma línea, el magistrado Juan Pablo Lagos, del Tribunal Oral en lo Penal de Chillán, explicó que "fue sometida a una sexualización traumática desde muy temprana edad, siendo sometida a agresiones sexuales reiteradas de todo tipo, de manera persistente y progresiva desde los ocho hasta los 17 años".