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En prisión preventiva quedó un gendarme que este miércoles fue formalizado por el femicidio de su expareja el pasado domingo en Parral. Durante la audiencia se reveló que horas antes del ataque, la víctima había denunciado una agresión sexual por parte del acusado.
En concreto, en la formalización de cargos contra el imputado, un cabo segundo de Gendarmería, se declaró que, antes del ataque, la víctima fue interceptada por un vehículo rojo desde donde descendió el sujeto, abrió la puerta y la increpó. Además, le tomó el rostro y le dio un beso a la fuerza y, posteriormente, se retiró del lugar.
Tras el hecho, la víctima hizo la denuncia a Carabineros por abuso sexual, hechopor el que también será formalizado.
Por su parte, el fiscal de Parral, Nelson Riquelme, informó que "hay muchos peritajes que se encuentran pendientes (...) para efectos de tener mayor claridad de la dinámica y cómo se fueron suscitando los hechos".
En tanto, la madre de la víctima, Ernestina Tapia, aseguró que "yo quiero una pena que lo castigue como debe ser, quiero justicia para mi hija porque él destruyó una familia".
Agregó que el sujeto, "dejó una pequeña sin su padre y sin su madre. Si ellos salen libres van a seguir matando mujeres". Bajo la misma línea, Luis Pérez, padre de la víctima enfatizó en que "queremos justicia, que pague lo máximo".
El imputado cumplirá la prisión preventiva en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Cauquenes durante los cinco meses que dure la investigación de los hechos.