En martes se realizó el emotivo funeral del suboficial Carlos José Cisterna Navarro, uno de los tres carabineros asesinados en Cañete, región del Biobío.
Su funeral se llevó a cabo en la comuna de Lebu, donde mediante una emotiva ceremonia por parte de Carabineros de Chile y decenas de asistentes, se dio el último adiós al funcionario.
Entre los asistentes a su funeral estaba su pareja, Marlen, quien emocionada expresó: "Me siento feliz este día, dentro del dolor que significa perder a un compañero de muchos años que siempre demostró su esfuerzo y su garra de salir adelante, porque él venía de abajo sin recursos como yo, pero siempre con el espíritu de salir adelante y de ser alguien en la vida".
Agregó que, "hoy en día me deja un pedacito de él que es un hijo de 6 años que era su orgullo, que lo amaba, que se emocionaba con cada cosa que hacía, aunque fuera pequeña".
Asimismo agradeció a los asistentes y a "todo el país, porque todo Chile llora a los Carabineros que sufren, se sacrifican todos los días por cumplir con su deber arriesgando su vida y muchas veces no son reconocidos como se lo merecen, pero en esta ocasión estoy conforme con la despedida porque él se merecía eso y mucho más".
Por otro lado, describió a Carlos Cisterna como una persona, "cercana, humilde, responsable, sencillo y esforzado todos los días por su familia y su gente".
Detalló que cuando su hijo nació "era todo para él, un excelente padre, compañero, guerrero en lo que podía ayudaba, cuando uno le pedía un favor, él siempre estaba dispuesto".
Por otro lado, expresó que, "encuentro tan injusto lo que pasó, que no se lo merecía, tampoco sus compañeros. Yo, personalmente, exijo justicia con cualquiera que sea responsable, no sabemos quiénes fueron todavía. Cualquiera que resulte responsable que pague con cárcel y la máxima condena posible, porque nadie merece morir así con esa crueldad y maldad tan grande".