La única sobreviviente del fatal accidente aéreo ocurrido en la Isla Mocha, Daniela Melian Antilef, entregó por primera vez detalles del hecho, además de solicitar públicamente al Gobierno hacerse cargo del "abandono histórico" del Estado hacia la comunidad isleña.
En total fueron cuatro los fallecidos en el fatal incidente, el piloto Juan Carlos Paul, Cristian Alejandro Gallegos, Carlos Alfonso Hoppe, y la pareja de Daniela, Edison Villa Ortiz, un arquitecto de 31 años oriundo de Collipulli.
Este domingo, la licenciada en Artes Visuales publicó una carta en la que solicitó la intervención del Gobierno. "El objetivo de estas palabras es lograr comunicarme con El Presidente, la ministra del Interior y el ministro de Transportes. Necesito que comprendan y reaccionen ante el abandono histórico que existe por parte del Estado de Chile hacia la comunidad de Isla Mocha", escribió.
Daniela también contó que "junto a mi pareja redactamos un documento sobre las problemáticas y carencias de la isla. Un levantamiento que busca visibilizar la situación de precariedad de las y los habitantes del territorio insular. Lo enviamos mediante correo en nombre de la junta de vecinos del sector norte, en el mes de enero a Daniela Dresdner con copia a Juan Recabarren y hasta el día de hoy no hubo respuesta".
Además solicitó "con el corazón herido" una exhaustiva investigación para comprender las fallas que terminaron con el fatal desenlace.
EL ACCIDENTE
Según contó a LUN, Daniela reveló que el domingo 23 de abril viajarían desde la Isla al continente porque Edison sufrió una fractura en el pie el sábado.
"Íbamos en un viaje especial, Juan Carlos (el piloto) prestaba servicios a la Municipalidad de Lebu cumpliendo el rol de avioneta ambulancia. Edison era el paciente y yo su acompañante. Íbamos al centro asistencial de Cañete", contó.
Según relató la joven, "no recuerdo bien todos los detalles del accidente, que fue inmediatamente después del despegue. Recuerdo que despegamos y al virar hacia el continente se detuvo el motor. Recuerdo que la avioneta se precipitaba en dirección al mar. Juan Carlos no emitió ningún comentario. Luego, recuerdo estar en el agua, gritando 'ayuda'".
"Ese día la mar no estaba buena, pero pude nada pese a ello. No recuerdo sentir ni dolor ni frío al estar en el mar, solo desesperación. Me sentía desorientada. Buscaba a mi compañero. No recuerdo como llegué a la orilla", detalló.
Tras esto, Daniela dijo que sus memorias volvieron una vez estaba en la posta, lugar donde preguntaba por Edison, pero nadie tenía respuesta.
Desde la isla fue trasladada hacia el continente en helicóptero. Llegó a Cañete y desde ahí se fue en ambulancia hasta Curanilahue, pero su trayecto no terminó ahí, ya que desde esta última localidad fue llevada a capital regional, Concepción.
Lo anterior lo describió como "un largo y eterno trayecto. Mi cuerpo es fuerte y resistió, pero los tiempos de reacción ante una emergencia son tardíos. En el hospital de Curanilahuie me dijeron lo que había sucedido y que yo era la única sobreviviente".
Debido al accidente, Daniela quedó con dos fracturas en la columna, lo que la obligará a usar un corset y un collar por cuatro meses. No obstante fue dada de alta el martes "para poder estar presente en la ceremonia de mi pareja y así despedirlo".
"LA ISLA NOS HACÍA SENTIR BIEN"
En diálogo con el citado medio, tanto ella como Edison, se enamoraron de Isla Mocha, ya que esta "nos hacía sentir bien, despertaba nuestro lado político, asrtístico, poético, y social. Teníamos muchos planes. Arrendábamos una cabapa, pero queríamos ver la posibilidad de comprarnos un terreno".
La joven de 31 años también reveló que conoció el lugar recién en 2018. "Crucé a la isla en bote y ahí me recibió en su casa la señora Laura Herrera, quien falleció como consecuencia del accidente aéreo de julio de 2021. Ella me compartió la gran pena que llevaba en su corazón: su hijo Franklin había fallecido en 2017 en otro accidente aéreo en el tramo Isla Mocha-Tirúa. Ella me comentó todas las problemáticas. Algo ocurrió en mí que la isla me marcó tanto y decidí irme a vivir allí".
"Yo soy mapuche y la isla es un territorio sumamente relevante para nosotros. Su mar, sus parajes, su bosque y toda la biodiversidad del lugar me cautivó", explicó.
No fue hasta 2021 que conoció a Edison en Tirúa ya que no podía volver a ingresar a la isla debido a la pandemia del COVID-19. A inicios de 2022 ella se radicó en la zona y en junio llegó a vivir con ella su pareja, que formaba parte del programa Pequeñas Localidades del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.