Un piloto español que combatía incendios forestales en Yumbel, región del Biobío, denunció una cuestionable situación ocurrida en momentos en que intentaba recargar agua desde la piscina de un particular del sector.
Según su relato, el dueño de la casa, acompañado de dos personas, no accedió a que la aeronave descienda para cargar la bolsa que, posteriormente, descarga mil litros sobre las llamas.
Debido a la actitud del hombre, el profesional tildó la situación como un "acto incívico".
"Hemos sidos despachados tres medios aéreos a Yumbel y en ese momento teníamos una emergencia de unos puntos bastante activos de fuego, (en eso) reconocemos con dos o tres órbitas el punto de agua, hasta que empezamos a coger las primeras cargas", relató Felipe Brau, piloto de Conaf.
A lo anterior, añadió que "a la tercera o cuarta (carga) apareció el dueño nos empezó a hacer aspavientos y señas para que no cogiéramos agua en ese punto".
Tras la negativa de esta persona, debió trasladarse a la laguna Flores para continuar las labores de recarga y ataques al fuego.