En una fiesta de colores, así se convirtió parte del camino que une a Copiapó con Vallenar. Las lluvias del mes de mayo, permitieron la aparición de las primeras floraciones.
Ya aparecen los primeros brotes de lo que podría llegar a ser el desierto florido. En todo caso, expertos aseguran que hace falta otra lluvia en agosto para que reaparezca el fenómeno.
En una fiesta de colores, así se convirtió parte del camino que une a Copiapó con Vallenar. Las lluvias del mes de mayo, permitieron la aparición de las primeras floraciones.