En la comuna de Calama, región de Antofagasta, dos médicos veterinarios fueron sumariados por inocular con vacunas para perros al menos a un centenar de personas.
En septiembre de 2020, uno de los veterinarios compartió mediante Facebook una serie de estudios que supuestamente daban cuenta de la efectividad en humanos de la vacuna Octuple contra el COVID-19, que es utilizada en perros.
Durante una fiscalización en terreno de la seremi de Salud en una clínica veterinaria, se encontró a los funcionarios sin mascarilla. Ante ello, los trabajadores indicaron que habían sido inoculados contra el coronavirus.
Tras ello, comenzó una investigación, que involucró al veterinario Carlos Pardo Ayala y a la veterinaria María Fernanda Muñoz, ambos dueños de las clínicas Animals & Dogs y San Lorenzo.
Aún falta un informe oficial sobre la cantidad total de personas que se inocularon con dicha vacuna. Según información de la seremi de Salud, se detalla que al menos 75 personas —involucrando a personal de minería y del Hospital Carlos Cisterna— fueron vacunadas.
La seremi de Salud de Antofagasta, Rossana Díaz, expresó que "un veterinario dice haber hecho un estudio en seres humanos y lo publica en redes sociales para poder vender la vacuna canina e inocularla en humanos. Al hacer este estudio, él está haciendo un pronóstico de que esto va a resultar en las personas y, más encima, lo difunde entre sus colegas. Todo con el fin de poder vender la vacuna".
"El segundo caso corresponde a una veterinaria que inoculó a su personal. ¿Cómo nos dimos cuenta? Va personal del Trabajo a hacer una fiscalización y nos avisa que allí no se están cumpliendo los protocolos COVID. Nosotros llegamos al local y, al ver a los funcionarios sin mascarilla, les consultamos. Ellos dicen que fueron vacunados por la veterinaria contra el COVID, cuando todavía no teníamos vacunas contra el COVID. Estoy hablando del año pasado", agregó la seremi.
Luego, la Díaz aseveró que "la verdad es que es muy peligroso. Hay estudios que dicen que los efectos pueden ser locales, por los medicamentos que trae; o sistémicos, pero no hemos hecho un estudio de qué pasa inoculando vacunas caninas a personas porque sería antiético".
La veterinaria sumariada, María Fernanda Muñoz, expresó escuetamente a TVN Red Antofagasta que "yo me inoculé, eso es verdad. Si soy yo, mi secretaria, su esposo y sus hijos, sí efectivamente es así (...) Somos cinco personas. No proporcioné vacunas. Si es tan mala la vacuna, si a mí no me hizo nada, ¿por qué realmente no viene el seremi de Salud y prueba si mi sangre tiene anticuerpos o no?"
En tanto, July Pereira, una de las trabajadoras que recibió la vacuna Octuple, afirmó que "yo y mi esposo nos vacunamos y no tuvimos ningún problema. Nada de nada, y eso que tu sufro de diabetes. Mi esposo, en la empresa que él trabajaba, había demasiado contacto y estuvo con esas personas. No se contagió por la vacuna que le puso la doctora. Tampoco nos contagió a nosotros".
La médico veterinario de la municipalidad de Calama, Paulina Carrasco, señaló que "las vacunas que se ocupan en los perros son específicamente para perros. No pueden ocuparse en el ser humano. Lamentablemente, producto del miedo de la población el año pasado, sabemos ahora por las noticias que hay procesos judiciales en contra de dos médicos veterinarios (...) Puedes tener desde alzas de presión o una descomenzación. Pensamos que puede haber tenido desde un shock anafiláctico, una reacción alérgica local, pero no sabemos qué complicaciones pudieron haber tenido después. Quizá ellos no lo notaron y no sabemos si va a generar algún cambio más adelante".
Ambos pasaron a sumarios y fueron sancionados. Mientras Pardo compartió el informe y proporcionó vacunas, Muñoz inoculó. Ello, está fuera del margen legal de lo que su profesión permite. Él fue sancionado con 180 UTM y ella con 200 UTM. Ambos habrían apelado a la sanción.