Reducir, reciclar… retornables.
El uso de los envases retornables de Coca-Cola es una manera fácil y rápida de ayudar al medio ambiente. Además de tener altos niveles de reutilización y reciclabilidad, generan menos residuos y requieren menos recursos naturales en su fabricación.
Las botellas retornables de plástico pueden ser reutilizadas un promedio de 12 veces, mientras que las de vidrio pueden alcanzar hasta 35 usos. Y además, siempre terminan su ciclo de vida en la planta embotelladora, siendo un muy buen ejemplo del modelo de Economía Circular, ya que se elimina cualquier opción de que terminen en un basural o un relleno sanitario.
Chile actualmente posee una tasa del 10% de reciclaje en la industria, cifra que aún es muy baja. Por lo mismo, el incentivo en el uso de envases retornables busca que el consumidor tome conciencia de la reutilización de recursos y de un real un aporte al cuidado del medio ambiente. Esto, porque dentro del marco de la gestión de residuos, la reutilización es una forma de darle valor a los materiales.
Ciclo retornable
Ciclo retornable
La Ruta del Retornable
Destapar una botella de algunos de los productos de Coca-Cola a la hora de comer es simple. Pero antes de llegar a la mesa, ese envase tuvo un intenso recorrido. La retornabilidad es un “ciclo” en el que tanto el proveedor como el cliente (almacén, supermercado o botillería) y el consumidor cumplen un rol fundamental.
Los primeros actores que aparecen en este proceso son los proveedores de botellas, quienes las entregan a las plantas para que sean llenadas, embotelladas y distribuidas a los clientes. Una vez que el envase llega al almacén puede ser adquirida por el consumidor.
El envase retornable vacío debe devolverse a un punto de venta (que no necesariamente tiene que ser el mismo en el que se compró), donde se va a almacenar hasta que un encargado de la embotelladora pase a retirarlo.
Coca-Cola Andina, por ejemplo, tiene una ruta diaria de clientes para retirar los empaques retornables y devolverlos a la planta, donde son revisados, clasificados, lavados y acondicionados para volver a usarse, repitiendo el ciclo de retornabilidad.
Cuando los envases ya no pueden seguir usándose –porque están muy gastados o tienen mucho scuffing (rasguños grisáceos/blancos que aparecen en las botellas por su uso o roce entre botellas) son retirados del mercado y separados en las plantas de distribución. Así termina su ciclo en la industria de las bebidas y comienza uno distinto, ya que son tomados como insumo para fabricar nuevas botellas o javas de bebidas.
“Mientras más reutilicemos un envase, más sustentable somos. Si bien existe uso de recursos y emisiones en el proceso de retorno, este impacto siempre será menor que el de desechar ese envase en un relleno sanitario o quemarlo”, explica Verónica de la Cerda, Gerente General de TriCiclos. Y respecto de su reutilización, la experta es enfática: “al usar retornables se hace un uso más eficiente de la materia prima utilizada para crearlo y se genera una huella de carbono menor”.
Botella única
Este año Coca-Cola Chile se embarcó en nuevo desafío: el lanzamiento de su botella única retornable: para simplificar el proceso de operación, la compañía diseñó una plataforma única donde una renovada botella transparente será el envase común para sus bebidas y sus versiones Light y Zero.
Una etiqueta de papel será la encargada de personalizar y diferenciar los contenidos de los retornables de plástico. “Esto implica cambiar el sistema productivo por uno con la capacidad de adherir esa etiqueta de papel, que a la vez se remueva cuando la botella única vuelva a la línea de producción”, explica el Gerente Técnico de Coca-Cola, Felipe Daniel.
Esta innovación, que partió en la planta de Coca-Cola Embonor de Talca, está en línea con el compromiso de Coca-Cola en materia de Economía Circular, donde la mejora sustentable de los procesos colabora directamente con el compromiso de Un Mundo sin Residuos.
“Además, este cambio nos permitirá innovar e incorporar nuevos productos que hoy sólo salen en versión one-way o desechable. Habrá entonces más productos de temporada o estacionales e innovaciones de bebidas reducidas o sin azúcar”, aclara Felipe Daniel.
Este contenido corresponde a un publireportaje (auspiciado) de 24horas.cl