El denunciante de los abusos por parte del ahora exsacerdote, Fernando Karadima, se refirió esta mañana, en Estado Nacional, a su reciente expulsión ordenada por el Papa Francisco.
Para Hamilton sí es un gesto de reparación y justicia la salida de Karadima, entendiendo que pese a que pasaron ocho años desde las denuncias -prescritas para la justicia ordinaria- indicó que el tiempo "no es lo que nos preocupa de fondo (...) lo que nos importa es que no esté cerca de niños, jóvenes, que no pueda influir".
Agregó que el foco de la situación, "se extiende a todas las diócesis de Chile, con perversos y depredadores peores que Karadima (...) Si uno va armando este rompecabezas, se da cuenta que lo de Karadima, es una situación que se replica a lo largo de Chile".
Consultado sobre quiénes se han acercado para apoyarlos o disculparse por no haberles creído cuando denunciaron, Hamilton indicó que "se han acercado a ellos algunos sacerdotes, quienes también habrían sufrido abusos".
"Se nos han acercado sacerdotes (...) son personas que intentan seguir su vocación, pero aún reciben mails con amenazas por parte de obispos", añadió.
James Hamilton: "Karadima es la punta del iceberg"
James Hamilton: "Karadima es la punta del iceberg"
La víctima de abusos por parte del exsacerdote se refirió a la decisión del Papa Francisco de dimitirlo de su estado clerical.
PRESCRIPCIÓN DE LOS DELITOS Y ENCUBRIMIENTO
Hamilton recordó que desde la Iglesia Católica esperaron que los delitos de abusos sexuales contra los menores prescribieran, "hoy tenemos y ha habido, suficientes antecedentes para que el juez Muñoz hubiese fallado en conciencia. Hoy vemos cómo el Estado defiende la autonomía de sus jueces, pero vemos como hoy los jueces católicos no siguen siendo libres en sus fallos".
El denunciante también destacó el historia del encubrimiento que existe en el círculo eclesiástico respecto a los abusos. Por ejemplo, los sacerdotes "se cubren entre ellos porque se sienten hermanos en Dios", en otras palabras "el abuso necesita crecer en el secreto", señaló.
"¿Por qué no han echado a Errázuriz y Ezzatti? (...) lo que me pe da pena es que el Papa tengan que ir tirado fusiles, pero a obispos y cardenales no los tocan", sostuvo. "¿Cuánto sabe Karadima de Errázuriz? no hay que ser ingenuo", sostuvo.
¿COMO SOLUCIONARLO?
Hamilton indicó que buscará investigar de dónde nace la tendencia para este tipo de abusos: "No tiene que ver con el celibato ni la homosexualidad (...) probablemente nace de temas de poder, temas de selección", recordando que desde el principio de los tiempos existen abuso infantil en la Iglesia Católica.
Además, sostuvo que para solucionar los problemas, se debe transformar en una institución abierta, democratizada. "Ya no necesita un sistema de secretismo (...) creo que el Vaticano y la iglesia va a tener que ceder su principal poder, que es su principal demonio, el oscurantismo y secretismo", aseguró.
En términos legales, Hamilton reflexionó sobre qué clases de pruebas que necesitan los jueces para fallar y la necesidad de una imprescriptibilidad de los delitos que sea retroactiva.
"Yo le pregunto a los jueces: ¿Qué necesitan ver? ¿A un sacerdote desnudo, en una cama, violando a un menor, para saber de qué se trata esto? ¿Necesitan ese morbo?", indicó.
Hamilton a jueces: "¿Qué necesitan ver, a un sacerdote desnudo, en una cama, violando a un menor, para saber de qué se trata esto?"
Hamilton a jueces: "¿Qué necesitan ver, a un sacerdote desnudo, en una cama, violando a un menor, para saber de qué se trata esto?"
El denunciante de Karadima se refirió a la necesidad de que los delitos no prescriban, y llamó a los jueces de la Corte de Apelaciones a no ser morbosos.
MANUAL "PREVENTIVO" DE ABUSOS
Por último, fue consultada su opinión sobre el manual de "prevención de abusos" que fue publicado por el Arzobispado de Santiago, pero que sólo horas después fue eliminado de su sitio web.
"Es el manual de criminología de la Iglesia Católica", sostuvo Hamilton. Indicando que en ese sentido, un juez debería decir con ese documento: "Acá nos ha dado todos los argumentos que necesitábamos para meterlos a todos presos".
Agregó que "es acto fallido (...) esta gente vive en otro planeta, no cuida ni la terminología, eso demuestra que no pueden tener un rol en la sociedad, porque ellos están en un estado de la perversión".