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El Informante: El consumo de pornografía en Chile

Somos el país número uno de Latinoamérica en el consumo de porno: ¿nos afecta en nuestra vida sexual? Estas y otras dudas fueron discutidas por expertos.

24Horas.cl TVN

Jueves 21 de septiembre de 2017

El consumo de pornografía en el mundo se ha multiplicado en los últimos años y Chile no ha estado ajeno a este fenómeno, de hecho, el sitio Pornhub posicionó a nuestro país a principios de 2017 en el puesto número 38 de los lugares que más acceden a sus contenidos. Esta realidad fue analizada en el nuevo capítulo de El Informante.

Para ello, Juan Manuel Astorga conversó con Leonardo Barrera, ex director de porno chileno; Sebastián Alburquerque, autor del libro "El club de la carne"; Alexandra Vidal, sicóloga experta en sexología; y con Constanza Michelson, sicóloga con magíster en sicoanálisis.

Además, se dieron a conocer los testimonios sobre el tema de la actriz porno colombiana Esperanza Gómez y de Pablo Aguayo, dueño de un sexshop que fue el primero en vender este tipo de películas en Chile.

"primero porque no rindió el mercado y segundo porque la vida va teniendo procesos. Estoy alejado del mundo de la pornografía.

Chilenos buenos para consumir porno

Consultados sobre si el chileno es pudoroso al expresar que consume pornografía, Alexandra Vidal destacó que "el chileno es como doble estándar, no es transparente en eso. Es pudoroso porque hay muchos juicios sobre eso".

"La pornografía no es la realidad de la parte sexual, hay una completa distorsión. Entonces, cuando te encuentras con un acto sexual en la realidad no es lo mismo. Es peligroso. Yo he tenido muchos pacientes que caen en la adicción a la pornografía. Se crea una necesidad y obviamente que se busca repetir ese acto que es placentero. Incluso, a veces pierden su identidad y calidad sexual, confundiéndolas porque buscan el mismo sexo a través del porno", agregó.

"Es peligrosa la pornografía a temprana edad, porque genera una expectativa que no es real", aseveró.

 

Al respecto, Constanza Michelson destacó que "no se puede hablar de la sexualidad del chileno. Hay muchas sexualidades y muchos chilenos, hay que aclararlo. No sé si estoy tan de acuerdo con que el chileno es pudoroso, yo creo que si hay tanto porno en Chile es porque, como buen país colonial, estamos en la línea de los países del primer mundo, que consumen mucha pornografía".

"La cultura chilena está bastante 'pornografizada', uno puede ver cierto porno en familia y no pasa nada. Hay una hipersexualización de todo", añadió.

"El hombre que te presentan en un acto sexual tiene calugones y un tamaño de pene que no existe en la realidad. O una mujer pechugona y con un cuerpo fantástico. Eso muchas menos te va minando el acto sexual porque se busca algo que no existe", destacó.

"A la mujer no le interesa ver el pene como al hombre sí le interesa ver pechugas. A la mujer le encanta sentirse deseada, es distinto al deseo del hombre. Se confunde lo fálico con el pene siempre erecto. La gramática del porno es masculina", agregó.

 

Leonardo Barreza acotó que "yo creo que todavía la hipocresía en el chileno está. Me tocó conversar con jóvenes y adultos, que compraban o querían participar en mis películas, y decían como 'véndamela calladito'. Eso hace unos seis años atrás. Además, el doble estándar que tiene el chileno es muy grande".

"Industria no hubo en Chile, hubo atizbos. El porno que yo hice era más nacional. Nosotros no buscábamos modelos esculturales porque, 'si estoy en mi cama, veo a mi mujer al lado y veo la película, me dan ganas de pegarle a mi señora'. Era un porno que yo llamé social", explicó.

Sebastián Alburquerque complementó expresando que "no creo que haya países que consuman poco porno, creo que es algo globalizado. Se consume mucho, pero le pasó a pioneros como Leonardo, que tuvieron mala suerte. Llegaron justo en un momento en que se cambió del VHS al DVD y luego a internet. No supieron cómo sacarle plata al asunto".

En el libro relata que "había un problema con conseguir actores y actrices que estuviesen dispuestos a que sus rostros se vieran comercializados en todos los sexshop de Chile".

Más tarde, la actriz colombiana Esperanza Gómez, consultada por cuán masivo es el porno en el mundo, explicó que "es muy alto porque las estadísticas dicen que el 50% del tráfico de internet es pornografía. Son muchas las personas que consumen porno pero que no les gusta aceptarlo ante los demás".

"Me siento una celebridad como cualquier artista. Me pasa lo que le pasa a la mayoría de los famosos cuando van a un centro comercial o una calle concurrida: la gente me para para pedirme fotos. Pero yo hago lo mismo que hace todo el mundo, así que no me considero una celebridad", agregó.

"Si el porno tiene algo dañino depende de cómo se consuma. Todo en exceso puede llegar a ser dañino. Un porno bien visto puede ser de ayuda a las relaciones de pareja o a tener una mejor sexualidad", explicó.

Luego, sostuvo que "en mi experiencia, la pornografía no denigra a la mujer. De hecho, es la única profesión en la que ganamos más que el hombre y en la cual el foco principal es la mujer. Nos sentimos respetadas. Todo lo que sucede en una producción porno es consensuado y está bajo contrato".

En el programa además se revisaron estadísticas sobre el consumo de pornografía en nuestro país, como las categorías y actrices más buscadas.

 

Revisa el capítulo completo.