Este lunes la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, visitó la Comisión Experta para opinar sobre los diferentes aspectos que deberían considerarse en la propuesta de nueva Constitución respecto al órgano. Con ello, la autoridad se suma al contralor Jorge Bermúdez y a la ministra Ana Lya Uriarte, quienes ya han expuesto en la instancia.
En la sesión plenaria, Costa enfatizó en el hecho de que el Banco Central deba considerarse como un órgano autónomo, lo que quedó contemplado en las 12 bases institucionales que deben estar en la futura Carta Magna.
En esta línea, la autoridad justificó que es importante otorgar rango constitucional al Banco Central puesto que "dota de estabilidad a su marco jurídico, cimentando de esa forma rasgos fundamentales de su institucionalidad", lo que "es coherente también con la experiencia internacional".
La presidenta se refirió a lo consignado en la actual Constitución sobre el BC, explicando que "si bien el contenido de los artículos que lo regulan es bastante escueto, en ellos se establecen los rangos esenciales de la institución, tales como su condición de organismo autónomo, patrimonio propio y su caracter técnico".
También apuntó al hecho de que la actual carta fundamental remita a una ley orgánica fundamental –la que regula ámbitos como las funciones y atribuciones– y aseguró que "en la eventualidad de que la propuesta de nueva Constitución suprima la categoría de leyes orgánicas constitucionales, sería importante que la regulación constitucional del Banco Central mantuviera el encargo de regular los aspectos antes mencionados a una ley que lo rija especialmente".
LA AUTONOMÍA COMO UN ELEMENTO ESENCIAL
En su presentación, que se extendió por más dos horas, Costa subrayó la importancia de la autonomía de un órgano como el Banco Central.
"La autonomía constitucional ha demostrado ser una forma eficaz de asegurar el carácter técnico de una institución cuyos objetivos son fundamentales para el bien común y para el desarollo del país, control de la inflación y estabilidad financiera", profundizó la autoridad.
Así, agregó que "la evidencia en los últimos 20 años es contundente a favor de la hipótesis de que una mayor autonomía permite, en la práctica, sostener niveles de inflación más bajos sin un costo asociado a menor crecimiento o a mayor desempleo".
Eso sí, aclaró que la autonomía "no debe confundirse con un actuar de manera aislada, algo que en el caso de los bancos centrales sería particularmente negativo, por la necesaria coordinación que debe existir entre las políticas económicas de una nación".
UN MANDATO CLARO Y ACOTADO
En cuanto a lo principales lineamientos que debería tener el Banco Central, Costa manifestó que "un órgano autónomo casi por definición debe tener un mandato acotado y simple, de modo que sea fácil evaluar su desempeño".
"Dotar a una institución autónoma de un mandato muy amplio, complejo, con múltiples funciones, que puedan entrar en conflicto entre sí, hace más compleja la necesaria rendición de cuentas", detalló.