El Presidente Gabriel Boric, hizo un llamado a "no polemizar" y se mostró este lunes seguro de que los partidos políticos van a llegar a un acuerdo para asegurar la buena continuación del proceso constituyente que desembocará en el Plebiscito del 4 de septiembre.
"No me cabe ninguna duda que (los partidos) van a llegar a buen puerto para asegurar la certidumbre de la continuidad del proceso constituyente que estamos llevando a cabo en nuestro país", dijo Boric en una declaración conjunta con el presidente colombiano, Gustavo Petro, tras la reunión que tuvieron este lunes.
Boric añadió que "hay expectación en América Latina" sobre dicho proceso constituyente, pero alegó que "pase lo que pase el 4 de septiembre", como Gobierno van "a buscar la unidad de Chile".
Así, reiteró que hay un consenso chileno en que la Constitución actual "está agotada y defenestrada", por lo que confió en que se va a llegar "a todos los acuerdos que sean necesarios" para sacar adelante "las reformas que sean necesarias que aseguren un espacio de encuentro para los chilenos".
"Creo que vamos a llegar a buen puerto, independiente de lo que pase en el plebiscito del 4 de septiembre en donde, como he señalado reiteradamente, las opciones que están sobre la mesa son ambas legítimas", puntualizó.
La semana pasada comenzó la cuenta atrás para el plebiscito de la nueva Constitución, con dos bloque claros: los que impulsan el "apruebo", entre los que figuran todos los partidos de la izquierda (Partido Socialista, la Democracia Cristiana y Frente Amplio, entre otros) y numerosas organizaciones de la sociedad civil y los del "rechazo", una opción respaldada por el principal bloque de la derecha, Chile Vamos, y el ultraderechista Partido Republicano.
La campaña final lanzada por los dos bloques será crucial para captar a los votantes indecisos, que representan una amplia fracción del padrón: un 42 %, según Data Influye, y un 34 %, de acuerdo con el sondeo Mori.
A esto se suma que esta es la primera votación de sufragio obligatorio desde 2012, lo que según los expertos agrega más incertidumbre.
El próximo 4 de septiembre los chilenos están llamados a las urnas para decidir si desean aprobar la nueva Constitución o mantener la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada parcialmente en democracia.
La nueva norma busca declarar a Chile un Estado social de derecho, plurinacional, regional y ecológico, y consagra derechos como salud pública y universal, educación gratuita, mejores pensiones y acceso a la vivienda y al agua.
El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, el carácter plurinacional del Estado y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el texto que generan más controversia.