El Fiscal Nacional, Ángel Valencia, tuvo la posibilidad de exponer sus planteamientos y análisis en relación al Ministerio Público y el proceso constitucional que lleva adelante la Comisión Experta. En ese sentido, planteó una serie de modificaciones que se podrían realizar al organismo para mejorar la persecución penal y fortalecer la defensa de las víctimas, asegurando que "la de delincuencia es hoy radicalmente distinta a la que se tenía en consideración cuando se pensaron las normas constitucionales y orgánicas del Ministerio Público" y que hay claridad de que existe "una deuda inmensa con las víctimas en Chile".
Valencia se presentó ante la Comisión Experta en el marco de las invitaciones cursadas por el órgano redactor de la nueva Constitución que está escuchando a distintas autoridades de organismos del Estado respecto a ideas y propuestas en torno al proceso constituyente.
El Fiscal Nacional comenzó destacando el éxito que ha sido el desarrollo y creación del Ministerio Público, pero enfatizó en que después "de 20 años de funcionamiento del nuevo proceso penal y, ante la oportunidad de un nuevo texto constitucional, sería insensato decir que no hay cosas que cambiar o mejorar".
En ese contexto, dijo que, desde ya, "hay que pensar en algunas correcciones y modificaciones institucionales, sin miedo, pero a partir de un diagnóstico acertado".
Persecución penal
Ángel Valencia comenzó hablando sobre la autonomía del Ministerio Público, diciendo que ha sido "fundamental para el adecuado posicionamiento en el contexto de la persecución penal".
Sin embargo, planteó que la Fiscalía "debe poder ejercer la acción penal sin que ella quede supeditada a la presentación de una querella o a la iniciativa procesal de otra institucion o de otro órgano".
"Lo anterior ocurre en nuestro derecho actual, en investigaciones por delitos electorales, delitos tributarios, aduaneros y otros que tanto impacto tienen en la ciudadanía", ejemplificó.
Junto a lo anterior, aseveró que este punto en particular "ha sido un requerimiento constante, permanente en el tiempo del Ministerio Público: que la persecución penal no esté supeditada a la presentación de una querella o la iniciativa procesal de algún órgano dependiente del Poder Ejecutivo".
Permanencia de autoridades de la Fiscalía y elección de Fiscal Nacional
"No puede ser tan corto (el periodo), tampoco puede ser tan largo para impedir el necesario dinamismo (...) resulta pertinente evitar que la elección de las autoridades de la institución se cruce con otros procesos electorales", comenzó diciendo al respecto Valencia.
En este punto, el líder de la Fiscalía recordó su propio proceso eleccionario en el que, recordemos, fueron varias las opciones que quedaron en el camino y sobre las cuales se dieron a conocer distintos elementos de sus vidas privadas y públicas.
"El proceso de selección de Fiscal Nacional ha sido quizás una de las experiencias más dolorosas e ingratas que me haya tocado vivir", aseveró Valencia.
"Es cierto que uno asume que cuando postula a estos cargos debe estar dispuesto a un escrutinio extenso (...) pero en esta oportunidad se traspasaron todos los límites, se afectó mi imagen, se cuestionó mi credibilidad e integridad profesional y, lo que para mi fue peor, se involucró a mi familia en un contexto de mentiras, engaños y desinformaciones", agregó el fiscal.
De esa manera, explicó que "estaría mientiendo si les dijera que nunca pensé en renunciar al proceso, pero no lo hice (...) porque estaba convencido que el Ministerio público necesitaba un cambio desde afuera".
En ese contexto, pidió profundizar los "mecanismos que permitan que la selección a un cargo del Ministerio Público, desde el fiscal nacional, regional o adjuntos (...) el sistema de selección a cualquier cargo permita, con cierta igualdad de condiciones, el acceso de cualquier persona externa", fue la solicitud de Valencia, agregando que deberia ocurrir "con posibilidades efectivas de ser elegido".
El diagnóstico sobre la delincuencia
"La delincuencia es hoy radicalmente distinta a la que se tenía en consideración cuando se pensaron las normas constitucionales y orgánicas del Ministerio Público", comenzó señalando el fiscal nacional en este punto.
A eso agregó que "la delincuencia es hoy más compleja, más violenta, se mueve en el territorio del país en relación a sus necesidades y finalidades (...) de un modo mucho más dinámico que antes y extiende sus redes no solo localmente, sino en amplios espacios del territorio nacional y transnacional, sin considerar nuestros límites regionales", fue su análisis.
Frente a esta y otras situaciones, detalló algunas propuestas que permitirían mejorar el trabajo del órgano persecutor.
"Una planta de fiscales y funcionarios menos rígida, que nos permita crecer en relación con las demandas de seguridad, sometidos a control financiero pero que ello no pase siempre por una modifiación legal a su orgánica (...) el fiscal nacional que hoy habla no puede crear fiscales, necesita una ley para que existan más fiscales", señaló.
Así, puso de ejemplo a las fiscalías de Arica y Parinacota, y Tarapacá, asegurando que "fueron subdimensionada sen el número de fiscales y funcionarios en relación con una delincuencia que ha dio creciendo sostenidamente en el tiempo y la rigidez de nuestra orgánica nos impide hacernos cargo de manera sencilla a este fenómeno extraordinario".
La deuda con las víctimas
El análisis de Ángel Valencia fue que "se ha instalado en la opinión pública una mirada de insatisfacción respecto al reconocimiento de la víctima en el sistema, encontrándose ésta en una posición disminuida respecto al imputado"
De esa forma, parte de sus propuestas fueron que se amplíen las facultades de la víctima para ejercer la acción penal y fortalecer la acción del querellante, o también que la Defensoría de las víctimas sea consagrada constitucionalmente.
Sin embargo, sobre este punto en particular, fue el comisionado Flavio Quezada quien le consultó por las debilidades del sistema en cómo se puede incorporar la visión o acompañar o reparar de mejor forma a las víctimas frente a los delitos. También consultó qué opiniaba sobre la instalación de un servicio de atención a víctimas.
Ante la consulta, el fiscal nacional enfatizó: "Porque tenemos contacto con ellas diariamente (...) es que tenemos una claridad, una convicción muy firme, basada en evidencia empírica, de que tenemos una deuda inmensa con las víctimas en Chile, una deuda enome".
"Quizás nuestro gran pecado ha sido su atención desorganizada y es quizás, desde esa perspectiva, que vengan nuestras aprehensiones", señaló.
Así, explicó que la evidencia empírica aseguraría que más que la cantidad de recursos para representar a las víctimas, "podrían eventualmente destinarse (esos recursos) a otras necesidades más significativas o más urgentes, lo que no significa que no sea conveniente aumentar los recursos para esa representación".
"Sus principales demandas están en la necesidad de reparación y que su satisfacción no está asociada, necesariamente, al resultado final del proceso penal, sino al hecho de haber sido oídas, informadas y haber sido tratadas con respeto", analizó Valencia.
Revisa la exposición del fiscal nacional