Tres semanas después del estallido social en Chile en crisis, decenas de miles de personas se movilizaron nuevamente este viernes para mostrar que su movimiento no ha flaqueado.
La protesta más grande se dio en Santiago de Chile, donde unas 75.000 personas -según la cifra oficial- se congregaron en la ya icónica Plaza Italia para refrendar sus exigencias de reformas al gobierno y la renuncia del presidente Sebastián Piñera.
Pero también miles de personas se manifestaron en Viña del Mar, Valparaíso, La Serena, Concepción y Coquimbo, en donde el ambiente en general fue pacífico pero no ajeno a disturbios y enfrentamientos con la policía.
En la capital del país, los manifestantes entonaron cánticos, mostraron carteles e hicieron sonar las cacerolas en la llamada "Marcha más grande de Chile 3" que buscaba reunir a una multitud similar a la del 25 de octubre.
"Esta va a ser la marcha más larga de la historia y no por su longitud, sino porque no vamos a abandonar las calles. El pueblo de Chile está cansado", dijo Jorge Salinas, un obrero de 62 años, a la Agencia EFE.
Las protestas comenzaron el pasado 18 de octubre tras haberse decretado un aumento a la tarifa del Metro de Santiago, decisión que fue cancelada días después debido a la fuerte oposición en las calles.
Sin embargo, muchos chilenos exigen reformas en materia de salud, educación y jubilación, así como la dimisión de Piñera y la convocatoria a una asamblea constituyente.
El presidente renovó su gabinete y lanzó un paquete de reformas que para la mayoría de los manifestantes no son suficientes.
"No podemos parar la lucha si todavía no vemos cambios importantes por parte del gobierno. Queremos una nueva constitución y que se vaya Piñera", dijo a EFE la estudiante universitaria Laura Ríos.
En la protesta hubo batucadas y fuegos artificiales, además de que cada tanto la multitud se unía para corear "¡El que no salte es paco (policía)!", uno de los lemas más populares de las protestas.
Focos de violencia
Aunque el llamado era para volver a congregar a más de un millón de personas como el 25 de octubre, la intendencia de Santiago reportó que hubo unos 75.000 manifestantes este viernes.
La protesta en la Plaza Italia se desarrolló pacíficamente, sin embargo también se registraron algunos momentos de enfrentamientos con la policía antimotines, saqueos y disturbios aislados.
En una de las esquinas de la plaza, un edificio histórico de la Universidad Pedro de Valdivia fue atacado por personas encapuchadas que realizaron un saqueo, informó Felipe Guevara, el intendente de la región Metropolitana.
El inmueble, que data de comienzos del siglo XX, fue incendiado.
La misma suerte corrió el Registro Civil del barrio Providencia de la capital chilena. Además, hubo diversos focos de ataques barricadas y fogatas en calles de la ciudad.
"Esto no va a quedar impune. Si alguno de estos delincuentes creen que se la van a llevar gratis, se equivocan. Tenemos testigos, cámaras de televigilancia, detenidos, drones, y por lo tanto la labor de inteligencia y policial que estamos haciendo ya está dando sus frutos", advirtió el intendente.
Violación "grave" de derechos humanos
Los hechos de violencia de las últimas semanas han llevado a Piñera a convocar el jueves al controvertido Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para tomar medidas contra el "vandalismo".
El organismo fue creado durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y está conformado por los presidentes de las cámaras del Congreso y los comandantes de las fuerzas armadas, entre otros.
El sociólogo Octavio Avedaño consideró la convocatoria del Cosena como una "provocación" por parte de Piñera y una muestra de que está "totalmente desconectado" de las demandas del pueblo.
"En vez de ahondar en la agenda social que había marcado, decidió apagar el fuego con gasolina. Yo vaticino una intensificación de las protestas en los últimos días", dijo el experto a EFE.
Hasta ahora las protestas se han saldado con al menos 20 muertos, además de cientos de denuncias de abusos de la policía contra los manifestantes.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha iniciado 262 acciones judiciales, entre ellas 5 querellas por homicidio, 6 por homicidio frustrado, 52 por violencia sexual y 171 por torturas y tratos crueles.
Por su parte, la Fiscalía de Chile informó ha abierto hasta la fecha 1.089 investigaciones penales en todo el país por denuncias de violencia institucional, con casos de presuntos torturas, lesiones graves, violaciones y homicidio.
Naciones Unidas también denunció el uso arbitrario e indiscriminado de balines y perdigones para contener las protestas, lo que calificó como una violación "grave" de los derechos humanos.
El gobierno ha prometido investigar todos los casos de violencia fuera de la ley.