El 7 de noviembre pasado, un brutal crimen quedó al descubierto. Una mujer de 62 identificada como Elba Espinoza fue asesinada por dos pandilleros dominicanos en lo que parecía un violento y fatal robo.
Pero a poco andar, los investigadores determinaron que había sido la propia nieta de la víctima la que los ayudó a entrar a la casa. Sin embargo, las pruebas hoy plantean que fue ella quien planificó la muerte de su abuela.
En un caso que hasta hoy mantiene trabajando a la PDI y el Ministerio Público, se logró establecer inicialmente que "toda la dinámica en particular fue al interior de la habitación. No obstante, afuera de la habitación no habían indicios de que las puertas hayan sido forzadas. Esto nos hacía presumir que al interior de la casa había alguien que estaba relacionado directa o indirectamente en la muerte de la víctima", según palabras del comisario Julio Orellana, de la Brigada de Homicidios de la PDI.
De manera exclusiva, 24 Horas tuvo acceso a parte de la evidencia que permitió al fiscal Omar Mérida dar un giro en la investigación y que permitió atribuirle a la nieta la responsabilidad directa en la muerte de su abuela.
Si bien la muerte de la señora Elba ocurrió en noviembre, su destino quedó sentenciado el jueves 24 de mayo. Es decir, al menos con seis meses de anticipación. A este convencimiento se llegó gracias a que la policía halló una agenda de la menor en donde, de puño y letra, estableció el "Plan sicario".
La agenda apareció en la casa, dentro del dormitorio de la víctima. Es decir, al parecer ella encontró este documento y lo guardó como respaldo de algún posible ataque. Además de la agenda, al interior de la casa se halló una serie de cartas que la menor le escribió a su abuela en donde denota el odio y resentimiento que esta niña tenía con su familia materna.
El motivo de la tensión sería el propósito de la señora Elba de alejar a su nieta de las malas compañías: "El coro de la leche", un grupo musical que derivó en una peligrosa pandilla dominicana que durante 2017 y comienzos de 2018 se desempeñó en el centro de la capital.
Quien lideraba la pandilla era un joven dominicano de nombre Rickelvin, más conocido como "Ricky El Tom", quien tenía como su mano derecha a "Chiquito", pareja de la menor que en marzo de 2018 fue detenido por la PDI por la participación de ambos en el crimen del integrante de una banda rival. Peor suerte corrió "Ricky el Tom", ya que ese mismo mes fue acribillado por sus enemigos.
Dada esta situación, la nieta de la víctima se planteó hacer todos los esfuerzos por recuperar la libertad de su pololo y vengarse de los hostigamientos de la señora Elba. La misma agenda donde decretó el plan sicario, la adolescente detalló su cronograma criminal completo, comenzando por el valor de la muerte de su abuela: $1.500.000.
"Llegar a un acuerdo, planear encuentro, fingir un asalto, darle pa abajo, fingir estar dolida, irme a vivir donde mi mamá, recuperar mi vida, ir a ver a mi esposo, conseguir plata, sacar a mi esposo de la cárcel", fueron los pasos que la joven se prometió seguir.
Sin embargo, las policías pudieron desbaratar este plan y detener a la joven. Ella decidió declarar confesando la participación de dos integrantes de la banda: Sebastián Cuevas y Miguel del Rosario.
Tanto la nieta de doña Elba como los jóvenes sicarios se encuentran en prisión preventiva. Uno incluso intentó huir al extranjero. Lo cierto es que la evidencia permitió al fiscal descartar el robo como propósito inicial del hecho y reformalizar a los tres participantes por el delito de homicidio.