La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a cuatro personas que habrían sido parte de una secta que operaba en la localidad de Colliguay, en la Región de Valparaíso.
Según pudo indagar la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), los miembros de este grupo habrían incinerado un bebé de solo dos días de vida, hecho ocurrido el pasado 23 de noviembre en el sector Los Molinos de la citada localidad.
El irracional acto se cometió porque la agrupación creía que el lactante era el "anticristo", esto en el marco del supuesto fin del mundo pronosticado para el 21 de diciembre de 2012. De hecho, esperaron la fatídica fecha juntos, pero al comprobar que nada ocurría, abandonaron el lugar.
En medio de un supuesto rito de sanación, el líder del grupo, Ramón Gustavo Castillo Gaete (35 años) -quien se hacía llamar "Antares de la luz" y se consideraba un dios en la Tierra- le pidió el menor a su madre y lo llevó en sus brazos hasta una excavación donde se había instalado una pira.
El resto de los supuestos discípulos prendió fuego a ésta y fue lanzado al fuego.
Según el subprefecto de Investigaciones Miguel Ampuero, presentaron a la guagua desnuda y amordazada para que no gritara, y "la arrojaron viva a la hoguera. Siempre pensaron que iban a salvar el mundo" con este sacrificio.
La policía civil comenzó a investigar lo ocurrido cuando recibieron antecedentes de un niño nacido en una clínica de Viña del Mar que no había sido inscrito en el Registro Civil.
Al parecer fue la hermana de una de las integrantes de la secta la que denunció el crimen a la PDI, que investigó el caso durante tres meses antes de proceder a las detenciones. En el lugar de la pira se encontraron restos óseos del infante.
Este jueves se llevó a cabo el control de detención de los arrestados, entre los que se encuentra Natalia Guerra Jequer (35 años) -que habría tenido la guagua fruto de una relación con Castillo Gaete-, Josefina López Núñez (24), Carolina Vargas San Martín (28) y Pablo Undurraga Atria (28).
Los cuatro están acusados de homicidio y se esperaba que fueran formalizados en el Tribunal de Garantía de Quilpué.
Llama la atención el hecho de que los integrantes de la secta fueran profesionales con gran poder adquisitivo, que entregaban dinero y propiedades en lugares de la Quinta Región como Mantagua o Zapallar a Castillo Gaete para pertenecer al grupo. Con este dinero, según creían, "se salvaban sus almas".
CASTIGOS CORPORALES
Según determinaron los investigadores, el grupo se fundó en 2005, pero no fue hasta 2009 que comenzaron a reunirse de forma periódica en "retiros espirituales" en que se drogaban con ayahuasca y mantenían relaciones sexuales con su líder, quien al saberse investigado huyó a Perú, donde habría formado otra secta. Ya se ha tramitado la petición correspondiente a Interpol para intentar capturarlo en el país vecino.
Conforme avanza la jornada, se van conociendo detalles escabrosos del comportamiento de la secta. Así, según señala La Tercera, estaba compuesta por una docena de personas, que recibían 45 golpes con un palo cuando "Antares de luz" entendía que tenían "vibraciones positivas en un nivel bajo".
El que lloraba tras la golpiza recibía tres azotes más.
Fotos: UPI