Múltiples quiz, test vocacionales y nada. Elegir una carrera universitaria o técnica al salir de cuarto medio puede transformarse en una presión desagradable, sobre todo si un joven está inseguro y sus padres quieren una respuesta cuanto antes.
¿En qué fijarse al elegir una carrera?
“En primer lugar es importante tomar en cuenta la vocación personal. A través de un proceso de introspección se pueden identificar los talentos, características, habilidades e intereses personales, y luego de eso ver cómo esto confluye en un campo laboral y en una carrera determinada”, indica Verónica Navarrete, Coordinadora Académica de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
Los futuros mechones se ven invadidos con estudios de empleabilidad y de múltiples carreras en diferentes universidades e institutos. Sin embargo, la psicóloga infanto-juvenil plantea que los estudiantes deben tomar en cuenta sus habilidades, talentos, vocación y proyecto de vida, además del campo laboral para tomar una decisión adecuada. Si se torna una elección difícil, no es malo pedir ayuda a los más cercanos. “La familia, los amigos, profesores y compañeros de curso aportan, porque completan la propia imagen personal a través de sus percepciones, consejos y comentarios”, señala Navarrete.
También se puede recurrir a psicólogos u orientadores vocacionales, quienes pueden ayudar al sujeto a decidir. “Si no se logra llegar a una decisión, es aconsejable integrarse a algún programa de formación general como college o bachillerato, que apuntan a una línea vocacional más general”, sugiere la especialista.
Si a pesar del análisis profundo psicológico y consejos de familiares y amigos, el estudiante no es capaz de tomar una decisión, no hay que armar un drama. Tampoco se recomienda ingresar a una carrera si no se está convencido de que eso es lo que se quiere estudiar. De hecho, las cifras hablan por sí solas: según las estadísticas del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) del Ministerio de Educación, al finalizar el primer año el 30% de los alumnos desertan, es decir, dejan la carrera que eligieron en primera instancia y se retiran con un gran trago amargo.
“No es lo más aconsejable ingresar a cualquier carrera sin estar seguros, ya que el estudio de una carrera requiere de un esfuerzo y motivación que apoye y refuerce las dificultades propias del estudio de una carrera, las exigencias, frustraciones y planificación de tiempos, entre otros, además de la inversión económica que la familia realiza y las expectativas y presiones que se podrían desarrollar”, apunta la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
Ante la duda, no son pocos los que optan por tomarse un año sabático, esperando así tener suficiente tiempo para tomar la decisión correcta. ¿Es una buena alternativa?
“Los años sabáticos les permiten a los sujetos aplazar la decisión de estudio. Son recomendables siempre y cuando estén orientados al trabajo de desarrollo personal, de definición de identidad y de espacios que permitan aclarar los proyectos de vida. Si su opción es postergar el estudio universitario, que ese año lo estructuren en torno a un objetivo que les implique actividades, horarios, metas, que les dé sentido y propósito personal”, precisa Verónica Navarrete.
Tips para elegir la carrera correcta
-Trata de armonizar lo que sabes de ti mismo en relación a tus talentos y habilidades, con una carrera que te dé la posibilidad de desarrollarlos.
-No pretendas que el estudio de una carrera satisfaga a plenitud todos tus deseos a futuro. Considera que muchas veces el estudio de una carrera no se concuerda plenamente con su ejercicio profesional.
-Imagínate ejerciendo la profesión elegida y pregúntate si te sientes feliz.
-Date permiso para estar confundido, para cambiar de opinión y profundiza en tu proceso de autoconocimiento.
-Hoy más que nunca ten en cuenta que el campo laboral es diverso, la formación es continua y las posibilidades de cambio son múltiples.