Desde la Región de Coquimbo, donde viajó para participar en la ceremonia de juramento a la bandera, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, se refirió al caso de Belén, niña de 11 años que quedó embaraza tras los abusos de sus padrastro.
El Jefe de Estado dijo estar impactado con el caso que reabrió la polémica sobre el aborto, destacando la "madurez" de Belén al señalar ayer lunes que "a pesar del dolor que el hombre que la violó le había causado, ella iba a querer y cuidar a su guagüita".
En la misma línea, evitando hablar sobre el aborto terapéutico -mecanismo descartado ya por el Gobierno-, el Mandatario anunció que encomendó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, que se dedique de manera "personal" a cuidar a la menor.
Piñera enfatizó que cuando se cumplan 22 semanas de embarazo, es decir en 8 semanas más, "si fuera necesario tener un nacimiento prematuro, se tendrá que realizar esa terapia, porque en nuestro país la vida de la madre está siempre en el primer lugar".
"Nosotros vamos a saber proteger la vida de Belén con todos los instrumentos que nos da la ciencia médica y con todo el cuidado que le está prestando el sistema de salud", sentenció.