A un día que se conociera el sacrificio de un bebé al interior de una secta en el sector de Colliguay, en Quilpué, la Policía de Investigaciones (PDI) aseguró que está estrechando el cerco alrededor del líder de la agrupación, "Antares de la luz", y las otras cuatro personas que participaron de la incineración del lactante.
En conversación con 24 Horas en la Mañana, el subprefecto de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI, Miguel Ampuero, explicó que "Antares de la luz" salió del país el 19 de febrero rumbo a Perú.
Además, reveló que se está trabajando con la Interpol y la policía peruana, ya que existen antecedentes que el líder se encuentra en el Cuzco formando una nueva secta con mujeres chilenas.
Con estos antecedentes, se estrecha el cerco policial alrededor de él y en caso de ser capturado, se pedirá su traslado a Chile.
También se busca a las otras cuatro personas que participaron del sacrificio. Si bien no se conoce el lugar exacto dónde están, se investiga su paradero.
El subprefecto Ampuero también entregó otros antecedentes de la agrupación que funcionó en otros sectores del país, como Pirque, Zapallar, Mantagua y el Valle del Elqui.
Según Ampuero, "Antares" mantenía "sexo rudo" con sus seguidoras y desde un principio, cuando supo del embarazo, ordenó que el niño debía ser sacrificado porque era el "anticristo" y era la única forma de salvar al mundo del fin del mundo, anunciado para el 21 de diciembre del 2012.
Este hecho no fue el único sacrificio, dijo el funcionario de la PDI. Anteriormente, y mientras la secta operaba en una parcela de Zapallar, se sacrificó a un grupo de perros negros por "tener malas vibras". Sólo se dejó vivo a uno de color blanco.
El funcionario advirtió que ninguna de las cuatro personas detenidas muestran arrepentimiento de lo ocurrido, ya que todavía creen que con el sacrificio "salvaron al mundo".