"Reconozco haber tenido un acto imprudente con él (Rodrigo Pino)". Con esas palabras el obispo de Iquique, monseñor Marco Antonio Ordenes, rompió el silencio luego que fuera involucrado en un caso de abuso sexual.
Ordenes, que se encuentra en un lugar del norte grande de Chile no revelado, detalló que se arrepiente del acto "imprudente" que tuvo con Pino.
"Pedí perdón en su momento. Pero lo que hice no fue con un menor de edad", dijo el religioso de 47 años.
No, yo no soy pedófilo. Yo no he estado con un menor de edad" (Monseñor Marco Antonio Ordenes)
Sobre este vínculo con Rodrigo Pino, el religioso dijo que "fue una situación puntual. Pero yo sí mantuve con él un vínculo de afecto, de cuidado, de poder ayudarlo en muchas situaciones personales difíciles, a las que no tengo por qué referirme, porque son de él. Y traté acompañarlo hasta hace muy poco, ya con distancia, obviamente, pero sí de darle una palabra de consejo, de ayuda".
"Yo a él lo conocí en el año 1999, aproximadamente, cuando él tenía 17 años, en unos trabajos de organización de encuentros de acólitos", detalló el sacerdote a LaTercera.
En todo caso, Ordenes enfatizó en que no es pedófilo y que es inocente de lo que se le acusa.
"No, yo no soy pedófilo. Yo no he estado con un menor de edad", recalcó, agregando que no es homosexual y tiene la "conciencia clara delante de Dios, que es lo que me importa".
En la entrevista, Ordenes también reveló cómo fue que se enteró de la investigación realizada por la Nunciatura Apostólica.
De acuerdo al religioso, se enteró la investigación a fines de abril y a través del propio nuncio, Ivo Scapolo. En esa oportunidad tuvo que declarar por cerca de dos horas y media.
"Lo de la denuncia me lo dijo el nuncio (...) Que había una acusación en mi contra, por abuso a un menor, de hace como 15 años, y que se había iniciado una investigación proceso de investigación. Yo no entendía nada , quedé impactado y (dijeron) que tenía que someterme a un interrogatorio y me llevaron de inmediato", relató Ordenes."Yo pregunté quién me denunciaba y dijeron que no correspondía que supiera. Por lo tanto, no supe quién me denunciaba , ni tampoco detalles específicos de la denuncia. Vine a saberlo ahora, que se hizo público. Porque oficialmente no me lo han dicho (...) . Creo que era un derecho básico saber quién era mi acusador", agregó.
Según Ordenes, cuando fue interrogado por primera vez planteó "la posibilidad de inmeditamente dejar el cargo en vista de un bien superior", sin embargo, recibió órdenes de "seguir trabajando de manera habitual".
Sobre la investigación que fue objeto en el 2009 y que se decidió reabrir tras estas acusaciones, el religioso aseguró que nunca se enteró de la indagatoria.
Ordenes, además, sostuvo que su salida del país se debió a que fue a visitar a unas religiosas a Perú y que no pudo regresar a Chile debido a la cumbre de presidentes (ASPA) que se llevó a cabo a comienzos de octubre en Perú.
Asimismo, recalcó que su salida del país fue provocada por los problemas de salud que lo aquejan.
"Tengo una dolencia hepática desde niño, es un tema genético: Síndrome de Gilbert. Además, tengo un problema de tiroides y creo que se combinan las cosas (...) También visité consulté a una psiquiatra, porque (lo de la acusación) era auna tensión muy grande", dijo Ordenes.