Un grupo de médicos residentes de la Universidad de Chile, que se desempeña en la Unidad de Trauma Ocular del Hospital del Salvador, dio a conocer los resultados de un análisis sobre los datos reunidos tras la atención de 182 pacientes víctimas de trauma ocular por proyectiles de impacto cinético entre octubre y noviembre de 2019, en el marco del estallido social.
Del total de afectados, se identificó que al menos 38 personas resultaron con trauma ocular abierto, lo que corresponde a una herida que compromete todo el espesor de la pared ocular. De ellos, 24 sufrieron estallido ocular más la presencia de un Cuerpo Extraño Intraocular (CEIO), y 14 con estallido ocular sin CEIO, mientras que 134 tuvieron un trauma ocular cerrado (la pared ocular no tiene una herida que comprometa el espesor total) , distribuidos entre 46 con cuerpo extraño intraorbitario, y 88 con un trauma ocular contuso.
Los heridos tienen un rango etario que va entre los 14 y los 59 años -con un promedio de 28 años de edad-, y un 89,56 por ciento corresponden a hombres, mayoritariamente en edad laboral, y en su mayor parte con traumas oculares graves.
"La inquietud por sistematizar los datos de este alto número de pacientes surgió por nuestro compañero Álvaro Rodríguez, que el primer lunes después del 18 de octubre destacó que el número de consultas había aumentado exponencialmente, igual que la gente esperando cirugía. Tuvimos claro que era algo que había que registrar", explicó Isabel Cavieres, que forma parte de los doctores residentes que analizan estos casos.
"Uno de los elementos más impactantes de esto fue la gravedad de las lesiones producidas, ya que si bien son todos casos de ceguera unilateral, o sea con un solo ojo afectado, hablamos de personas que tenían el balín en la órbita pero sin perforación del ojo, aunque si con lesiones por dentro que generaban graves daños en la agudeza visual", profundizó la doctora Cavieres.
En la misma línea el doctor Mauricio López, quien también fue parte del equipo investigador, llamó a las autoridades a dejar de usar este tipo de medios disuasivos e hizo hincapié en que si bien la pérdida de visión es grave a cualquier edad, perderlo a los 90 años es distinto a sufrirlo a los 30 años, cuando recién se está ingresando al mundo laboral y se tiene el futuro por delante.
La gravedad de la situación es graficada por el doctor López al compararla con otros movimientos sociales como los chalecos amarillos, o conflictos internacionales como el que afecta a palestinos e israelíes, donde no se ven las mismas cifras de traumas oculares. "Aquí tuvimos un número de heridos altísimo. Normalmente recibimos dos pacientes con el ojo abierto al día, y el lunes 21 de octubre recibimos 20, 10 de ellos en una hora, luego fueron 6 pacientes diarios, hasta que la frecuencia bajó debido a la presión sobre Carabineros, teniendo al final casos esporádicos", afirmó el facultativo.
REHABILITACIÓN CON PRÓTESIS OCULARES
En el marco del conflicto desatado en el país desde el 18 de octubre, la Facultad de Odontología de la U. de Chile a través de su Servicio de Prótesis Máxilo Facial abrió un proceso de rehabilitación con prótesis ocular para quienes hayan sufrido la pérdida de uno de sus ojos.
El trabajo colaborativo está destinado a personas que han sido víctimas de violencia de Estado, por lo cual deben contar con una indicación de alta médica de un oftalmólogo, además de documentación de Fiscalía o de alguna organización de derechos humanos que dé cuenta de aquello.