En enero de este año hizo una donación que entregó esperanza a miles de chilenos cuando nuestro país vivía el peor incendio de toda su historia. Es Lucy Ana Avilés, esta filántropa chilena que junto a su marido que es un multimillonario heredero, trajeron el famoso SuperTanker a Chile.
Este jueves, ambos aparecieron públicamente y por primera vez después de la tragedia. Fueron reconocidos por la Universidad San Sebastián debido a su aporte, pese a las críticas de qué tan efectivo fue ese mega avión para poder combatir las llamas.
Lo cierto es la sicóloga chilena residente en Estados Unidos manifestó su agradecimiento por el galardón, pero recalcó que se trató de una donación que les nació del corazón: "No somos buenos recibiendo agradecimientos, y menos aún cuando hicimos algo que nos nace de manera tan fluida y natural".
Benjamín Walton, su esposo, es nieto del fundador de Wallmart. Pese al alto impacto y novedad de la donación, no es la primera que hacen en nuestro país.
Desde 2010, han donado 7 millones y medio de dólares en filantropía, y solo en este 2017 invertirán 30 millones de dólares en proyectos de impacto social.
Lucy Avilés quiso hacer un llamado al empresariado, manifestando que "no tengamos vergüenza de mostrar lo bueno". Sobre las críticas, las desestimó señalando que "yo me quedo con lo que dijo la gente y los bomberos".
Sin embargo, su madre Lucy Hernández revela el dolor que ha causado en la familia los cuestionamientos: "Las críticas han sido injustas y un poco dolorosas, porque no tenían razón de ser".