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Una investigación exclusiva de 24 Horas da cuenta de la posible existencia de una carpeta secreta que guardaría el relato de unos 47 niños abusados y violados por el religioso. El documento habría sido entregado a autoridades eclesiásticas como el sucesor de Cox, Manuel Donoso, pero quedaron en el olvido.

24Horas.cl Tvn

Martes 16 de abril de 2019

Si bien hasta ahora se conocen sólo dos casos de manera pública sobre abusos sexuales cometidos por el ex arzobispo de La Serena, Francisco José Cox, 24 Horas accedió a un religioso que asegura que entre 2003 y 2004, redactó en una carpeta secreta al menos 47 testimonios de niños de la región nortina que confesaron haber sido violados por el sacerdote.

Quien había redactado las denuncias era en ese entonces un joven laico cercano a la iglesia que encontramos en Santiago, y hoy es un alto representante de una rama ortodoxa de las naciones. Se trata de monseñor Alexandros Vladyka, arzobispo patriarcado ortodoxo de naciones, quien asegura que ya no teme a posibles sanciones.

La investigación fue realizada por solicitud del sucesor de Cox en la arquidiócesis de La Serena, Manuel Donoso, y estuvo a cargo del padre Jaime Valencia, fallecido en diciembre de 2018.

"LOS NIÑOS DECÍAN QUE ELLOS ERAN PENETRADOS"

Tras recibir al equipo de 24 Horas, monseñor Vladyka comenzó a recordar los relatos de los que fue testigo.

Sobre Cox, asegura que "todos sabían que salía a diferentes horas de la noche y del día a buscar niños (...) Recuerdo que los niños decían que ellos eran penetrados, que incluso el padre Jaime decía 'ponlo como lo colocan, como ellos lo dicen'".

 

El religioso detalla que Cox recorría las calles de Coquimbo y La Serena siendo arzobispo, y en rincones eriazos encontró a sus pequeñas víctimas. Sobre el modus operandi de Cox, asegura que "la penetración siempre estuvo. Siempre hubo penetración de él según relataban los chicos en ese tiempo (...) A cambio les pasaba dinero, $5 mil, $10 mil, dependiendo de lo efectivo que hubiese sido para él".

 

Estos hechos se habrían repetido durante los 12 años que Cox estuvo en el arzobispado.

"No buscaba niñitos frágiles de carácter o espiritualidad. Buscaba chicos que fueran físicamente fuertes", recalca monseñor Vladyka, en relación al perfil de las víctimas.

Añade que "los salía a buscar en la noche, en el día, los hombres y jóvenes que eran de un nivel social económico alto y los que eran físicamente atractivos, fuesen pobres, indigentes o de la calle o ricos, para él eran mucho más gratos".

Si bien reconoce que "habían denuncias permanentes" en contra de Cox, estas "las omitían o simplemente no tomaban cartas en el asunto" desde las autoridades eclesiásticas.

 

"EL PADRE JAIME LE ENTREGÓ LA CARPETA AL OBISPO DONOSO"

Monseñor Vladyka recuerda que todos los testimonios los guardaron cuidadosamente en una carpeta, la cual un día de 2004 llevaron hasta la oficina del sucesor de Cox, Manuel Donoso.

Respecto a aquella jornada, relata que "el padre Jaime entró con esa carpeta, eran hojas blancas de oficio para que todo quedara claro, y él entró en la oficina del obispo Donoso, y salió sin la carpeta (...) El padre Jaime se lo entregó al obispo Donoso. Habían muchos testimonios, 40 o 47 quizás. Decían adónde los recogía, cuánto les pagaba, dónde los llevaba".

Pese a la gravedad de las denuncias, Vladyka dice que pasaron los años y no hubo novedades.

Tiempo después, el ortodoxo cuenta que "recuerdo haberle preguntado al padre Jaime Valencia aquí en Santiago qué había pasado con toda esta historia, y me dice que quedó en nada".

Debido a esta situación, el religioso volvió a La Serena para emplazar al obispo Manuel Donoso. Sin embargo, una vez que fue recibido en su oficina y le pregunta por qué no actuó, este le entrega una respuesta, a lo menos, sorpresiva: "Él me miraba y me dice 'desaparece. Tú de aquí te vas'".

OBISPO DONOSO: "JAMÁS HE ECHADO YO A ALGUIEN. ESO ES MUY RARO"

24 Horas viajó a Coquimbo para contrastar esta versión con la del obispo Manuel Donoso, quien nos recibió en su propio hogar.

Al ser consultado por el caso, él reconoce que "sí conocí al padre Jaime Valencia. Probablemente le encargué una investigación". No obstante, desmintió tajantemente la acusación en su contra establecida por el monseñor Vladyka: "Jamás he echado yo a alguien. Eso es muy raro".

Pese a que manifiesta que "a mí la palabra encubrimiento no me asusta", Donoso dice que él no recuerda estos episodios: "Eso dice él, yo no recuerdo. Si usted me pregunta, eso no está en mi memoria".

Al intentar explicar qué pudo haber pasado con las denuncias, plantea que "a lo mejor yo traspasé la información. Si a mi me hubiera llegado una cosa así, primero tendría que leerla".

De todos modos, concluye con una contundente frase pese a que no se acuerda de la reunión ni de los antecedentes que supuestamente se le entregaron: "No tengo en mi conciencia un peso como ese".