El 24 de agosto de este año, el Instituto de Salud Pública (ISP) emitió una alerta sanitaria para el retiro del mercado de las pastillas anticonceptivas Anulette CD por errores en la disposición de las píldoras al interior de los envases: se colocaron placebos en lugar de las pastillas de principio activo y viceversa, además de la ausencia de algunos de esos últimos.
276 mil blísters defectuosos llegaron a consultorios.
Al menos 29 mujeres afirman que quedaron embarazadas tomando las píldoras en cuestión, ciudadanas que no tenían en sus planes ser madres y que, en muchos casos, se sienten profundamente dañadas.
"Me da miedo ser mamá", "pensé hasta en abortar" o "siento que me obligaron a ser mamá a una edad que yo no quería" son parte de las frases que algunas de las afectadas dijeron a 24 Horas, relatando incluso cómo algunas sí querían tener hijos, pero en otro momento.
El caso de Rocío Sepúlveda es un ejemplo. Tiene tres hijos y estaba consumiendo las pastillas anticonceptivas porque había decidido no tener más, sin embargo, ahora se enfrenta a ese futuro con temor: apenas le alcanzaba con sus ingresos para tres niños.
"Es un hijo que va a comer, que necesita educación, que va a necesitar salud", cuenta, agregando que le gustaría que se reconociera el error: "ni aunque a mí me dieran toda la plata del mundo me van a resarcir el daño que yo tengo".
La organización Miles Chile dice que las pastillas estaban en circulación desde septiembre de 2019 y que, por lo tanto, de acuerdo a la abogada de su organización "pueden eventualmente existir hijos o hijas nacidos vivos por el anticonceptivo defectuoso".
La situación de la empresa
Silesia, la compañía detrás de Anulette, aseguró en un comunicado que "las diferencias en el envasado se detectaron en doce blísters" y que la composición de las pastillas y su efectividad no podría verse afectada por el error. Las mujeres que denuncian dicen que sí, por el cambio en el orden de toma y la inversión entre pastillas activas y placbos.
A pesar de eso retiraron de circulación los envases afectados y en septiembre enfrentaron el inicio de un sumario y la interrupción de su registro sanitario ante el ISP. En 2018 ya había tenido un error con sus píldoras anticonceptivas Tinelle.
La semana pasada se levantó la suspensión, por lo que el laboratorio podrá volver a fabricar y distribuir su producto.