Los efectos en el COVID-19 nos ha permitido conocer miles de historias, lamentablemente en su mayor parte negativas, pero este jueves en el Buenos Días a Todos supimos de un testimonio que tras la pesadilla del virus hubo una buena noticia.
Gabriela nos entregó su relato tras su contagio estando embarazada. "Tenía 30 semanas cuando comencé a tener los síntomas. Fui a la urgencia y me trataron inmediatamente como un paciente COVID. Empecé con los síntomas respiratorios, muy mal. Me cansaba con el solo hecho de darme vuelta en la cama donde estaba hospitalizada y se hizo inminente una cesaria de emergencia".
"Los doctores me dijeron que la prioridad era yo y no mi bebé", recordó emocionada. "Yo ya había perdido a otro hijo y no podía soportar otro hijo en el cielo, entonces el doctor me tomó de la mano y me dicen que iban a hacer todo lo posible por los dos".
El relato de su hospitalización sigue con su paso en la UCI en el Hospital El Pino. "Estuve unos días, no recuerdo cuántos porque ya como mi sangre no se oxigenaba, empecé a tener pérdidas de conciencias muy constante".
Recuerda que vivió "una sensación como si estuviera bajo el agua. No podía respirar, me sentía muy mal. No había alivio. Y me sentía cada vez peor (...) Y desperté 15 días después".
"Uno vive una realidad alterna cuando se está en esa situación (...) La vida de mi hijo y la calidad humana del hospital era lo primordial. Cuando desperté y vi a mi esposo y supe que mi hijo estaba bien, las cosas cambiaron. De verdad, porque después de todo esto iba a tener mi recompensa, mi gran bendición".
Osman, su hijo, ya tiene ocho meses y se encuentra en buen estado. Gabriela invitó a todos a cuidarse mucho del virus y finalmente agradeció a "todas las personas que me ayudaron, al equipo médico, a ese hospital maravilloso, a mi familia, mi esposo y suegra".