Un compromiso país.
Chile destruyó su último stock de bombas de racimo que permanecía almacenado en las bodegas del Ejército, los cuales corresponden a 249 cohetes.
Este tipo de armamento fue famoso por su letalidad en los años 90' y nuestro país fue una de las naciones que no sólo importó, sino que también las fabricó.
La eliminación de estas municiones cumple con los tratados suscritos y llega a pocos días de que ingrese al Congreso el proyecto que busca indemnizar a las víctimas de las minas antipersonales.
De acuerdo a la convención de Ottawa, Chile tiene hasta el año 2020 para destruir la totalidad de las minas personales que aún permanecen sembradas a lo largo de nuestro territorio.
Foto: Archivo Agencia Uno