Alice Saavedra, una técnica paramédico de 54 años vive hace cinco en la calle, conociendo la crudeza de dormir a la interperie y enfrentándose a la discriminación y a la falta de trabajo.
Según cuenta, desde el año 2016 se lo ha pasado de un lugar a otro, arrendando cuando puede, pero cuando no lo conseguía, debía instalarse en la calle, lugar en el que se mantiene desde el 30 de octubre del año pasado, instalada a la orilla de la línea del tren.
Alice reveló además que antes vivía en la casa que heredó de sus padres, pero una discusión con su hermana terminó apartándola del lugar, justo cuando se encontraba al borde de la muerte.
"Escuchó que me quedaban seis días de vida porque soy sobreviviente de un incendio, entonces estoy quemada desde la pelvis hacia arriba, tengo injertos y todo lo demás. Entonces cuando ella escuchó eso, no encontró nada mejor que sacarme de la vida y quedarse con todo"
Para ingeniárselas ha recibido agua a través de la Dideco, por lo que para juntar dinero aprovecha de lavar ropa. Su improvisada vivienda tampoco cuenta con alcantarillado por lo que, según relata, "nos sacan los residuos en el tiempo que yo necesite".
Alice también contó a 24 Horas que debió enfrentar la crudeza de la calle, además de sus problemas de salud que han sido un impedimento para poder desarrollar un mejor estilo de vida.
"Estando en la calle fui violentada sexualmente por dos individuos, he sido atropellada en la calle y también he recibido vejaciones como que todos los que viven en la calle son drogadictos y alcohólicos, y eso no es así", reveló.
En Chile son más de 16 mil las personas en situación de calle. Alice cuenta que ha buscado trabajo, pero que por su estado de salud y las condiciones en las que vive, muchas veces las rechazan.
"Fui a el (Hospital) Carmen, di todos los exámenes, salí excelente en todo, puros tildes nuevos. Volví a insistir de que era situación de calle y que me dieran una mano, pero hasta el momento no me han llamado".
Voluntarios, una luz en el camino de Alice
En medio de la conversación de Alice con 24 Horas, unas campanadas interrumpen el diálogo. Estas provienen de la de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde a través del programa Contigo Hermano entregan alimentos a vecinos vulnerables del sector.
Voluntarios del comedor San José Obrero sazonan con cariño los distintos platos que son repartidos para las personas que necesiten comida. Según cuenta uno de ellos "poder servir y ayudar es una actitud de compromiso de uno mismo como persona".
Por su parte Alice agradece este gesto, señalando que "las personas que en situación de calle, la mayoría no tienen trabajo, entonces cuando usted le da un plato de comida es de gran ayuda".
"No quiero vivir así, no me gusta vivir así, no estoy acostumbrada a vivir así. Creo que ese es mi escudo, la fe que tengo es mi escudo", finalizó Alice.