El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, condenó el ataque que afectó a la iglesia de la Gratitud Nacional, realizado por encapuchados la noche de ayer.
El templo, ubicado en Cumming con la Alameda, sufrió daños en sus puertas y vitrales por el lanzamiento de bombas incendiarias y objetos contundentes.
Al visitar el lugar la mañana de este viernes, el arzobispo señaló que además de la profanación del templo "hay también una falta muy grave a lo que es la conciencia cultural, a las raíces históricas de un país. Sobre esto no se puede construir un futuro digno de las personas humanas, de solidaridad, de justicia y de paz".
El cardenal agregó que "nunca una destrucción es algo positivo de lo que es el derecho a manifestarse".