Un día después de ser condenado a ocho años de cárcel por torturas, el carabinero Rodrigo Muñoz Cid rompió el silencio en diálogo con 24Horas para asegurar que es inocente.
El carabinero, que se hizo conocido por un video viral en el que pide matrimonio en el terminal de buses San Borja, se encuentra actualmente con arresto domiciliario, sin embargo, confía en poder demostrar su inocencia.
"Todo lo que queremos hacer, es demostrar al magistrado que soy inocente. Todos los hechos que declaran las víctimas, no pasó", asegura.
"Me culpan de haber golpeado a uno de ellos con los puños y patadas en el cuerpo, golpes con el bastón de servicio, sin embargo el certificado de lesiones dice erosión de rasguños en el cuello. Nada cuadra", detalla.
Consultado de por qué creía que se les acusa de tortura, Muñoz afirma que "fue planeado por ellos mismos (las víctimas), quieren que el actuar de Carabineros cambie. Una víctima aparece declarando que apoyen al comerciante ambulante (...) Es una situación que se está saliendo de las manos".
Muñoz, manifiesta que se encuentra "anímica y sicológicamente mal" por esta situación, reiterando que "me están inculpando de algo que no fue. Yo tengo vocación de servicio, me gusta lo que hago. Yo sigo activo y sigo con el apoyo del mando".
Además, ratificó ser inocente y que finalmente su boda debió ser suspendida por los gastos a los que ha tenido que incurrir en su defensa.