El Vaticano expulsó del clero al sacerdote costarricense Mauricio Víquez, acusado de al menos nueve casos de abusos sexuales de menores, anunció este lunes la Curia Metropolitana de San José.
"Impóngase al reverendo padre Mauricio Víquez Lizano, sacerdote de la arquidiócesis de San José, pena perpetua y expiatoria de expulsión del estado clerical", señaló la declaración del Vaticano, leída ante periodistas por el portavoz de la Curia Metropolitana de San José, Jason Granados.
La expulsión de Víquez se produce en momentos que el acusado se encuentra prófugo de la justicia, con una orden internacional de captura emitida por la fiscalía costarricense.
Granados confirmó que la resolución del Vaticano fue enviada a la residencia de Víquez pero no pudo ser entregada porque se desconoce su paradero.
Medios locales corroboraron que el sacerdote ingresó a México en enero, pero no ha sido localizado.
"En los abusos, nosotros vemos la mano del mal que no perdona ni siquiera la inocencia de los niños. No hay explicaciones suficientes para estos abusos en contra de los niños", señaló la declaración divulgada en horas de la noche.
Granados explicó que la decisión implica un reconocimiento de la culpabilidad de Víquez con los abusos denunciados, y se adoptó después de escuchar a todas las partes involucradas.
Bajo las leyes costarricenses, los abusos sexuales de menores prescriben 10 años después de que la víctima cumple 18 años de edad.
Dicho plazo se vencerá en setiembre próximo con una de las supuestas víctimas.