El domingo 26 de diciembre de 2004 es una fecha que jamás olvidarán millones de personas que viven o que, por motivo de Navidad y para disfrutar de sus paradisiacos paisajes, se encontraban en Sumatra, Indonesia.
La Tierra se movió como pocas veces en el último tiempo y originó un terremoto que alcanzó los 9,3 Richter y generó un violento tsunami que arrasó con todo a su paso, con un balance final de 230 mil personas muertas y un cambio en la geografía mundial.
Los registros indican que el movimiento se produjo a las 07:58 horas local, cuando mucha gente aún dormía tras celebrar las fiestas, y debieron enfrentar las consecuencias naturales además de la ineficiencia del país ante este tipo de emergencias.
Si bien los afectados por el sismo en sí no fueron del todo altas, el maremoto se vio acrecentado por las características del sitio y destruyó prácticamente toda el área de Sumatra y Andamán.
Tales fueron las consecuencias que la geografía del mundo nunca más volvió a ser la misma tras el terremoto.
Paul Taponnier, director del laboratorio de tectónica del Instituto francés de Física del Globo (IPG), aseguró tras el movimiento que una zona de 400 kilómetros de largo se desplazó 20 metros en algunos sectores.
Además, remarcó que se "produjo 3 minutos y 20 segundos de vibración continua en la región del epicentro, lo que es colosal".
Por su parte, Ken Hudnut, del Instituto Geológico de EE.UU., manifestó que la emergencia "cambió el mapa" debido a la movilidad que sufrieron islas del área.