El presidente Xi Jinping prometió este domingo que China "nunca se comprometerá a abandonar el uso de la fuerza" cuando se trate de la cuestión de Taiwán.
Sus dichos se enmarcaron en el inicio del Congreso del Partido Comunista en Pekín, que busca otorgarle un tercer mandato histórico.
"La resolución de la cuestión de Taiwán es un asunto del propio pueblo chino, y debe ser resuelto únicamente por el pueblo chino. Nos adheriremos a la perspectiva de una reunificación pacífica con la mayor sinceridad y los mayores esfuerzos, pero nunca nos comprometeremos a abandonar el uso de la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias", expresó Xi a los miembros del Partido Comunista en el Gran Salón del Pueblo de Pekín.
Hay que consignar que el gigante asiático considera que Taiwán, autogobernado y democrático, es parte de su territorio, y que algún día podrá la isla recuperar mediante una intervención militar si es necesario.
A esto, agregó que "los engranajes históricos de la reunificación nacional y el rejuvenecimiento nacional avanzan", puntualizando que "la reunificación de la patria debe lograrse y se logrará".