El Vaticano aprobó nuevas directrices para Italia, según las cuales no se podrá rechazar a ningún aspirante a sacerdote, siempre y cuando permanezcan célibes.
Los nuevos lineamientos indican que los directores de los seminarios deben considerar la orientación sexual solo como un aspecto de la personalidad del candidato.
“Al referirse a las tendencias homosexuales en el proceso de formación, también es apropiado no reducir el discernimiento solo a este aspecto, sino (...) comprender su significado dentro del marco completo de la personalidad del joven”, explicó el documento que establece las normas de los seminarios.
La regla no modifica la doctrina de la Iglesia católica de que las “tendencias homosexuales” son “intrínsecamente desordenadas” y de que los hombres con tendencias homosexuales “profundamente arraigadas” no deben ser sacerdotes. Pero aclaran que, si un candidato mantiene su castidad, la orientación sexual no debería descalificarlo para acceder al sacerdocio.
El documento fue aprobado en noviembre y seguirá siendo válido por un periodo de prueba de tres años. Aunque los cambios son exclusivos para Italia, se espera que puedan contribuir a que la discusión se amplíe en la Iglesia Católica, inspirando a más países a seguir la normativa.