Las autoridades de Vanuatu declararon estado de emergencia tras el terremoto de magnitud 7,3 que sacudió el martes el país insular, donde ha dejado un saldo preliminar de 14 muertos y más de 200 heridos, mientras persiste la búsqueda de desaparecidos.
En un comunicado, el Gobierno explica que esta declaratoria tendrá vigencia hasta el 24 de diciembre y servirá para atender con mayor celeridad el desastre causado por el sismo, que afectó sobre todo a la capital, Port Vila.
Desde la vecina Australia ha salido un primer paquete de ayuda hacia Vanuatu, equivalente a dos millones de dólares australianos (1,2 millones de euros), que incluye 64 trabajadores de asistencia en desastres, según indicó la cartera de Defensa del país oceánico.
Asimismo, agencias de Naciones Unidas informaron que están listas para desplegar más ayuda, en coordinación con las autoridades. Por ejemplo, Unicef estima que unos 40.000 niños necesitan asistencia urgente debido al terremoto.
La Oficina de Gestión de Desastres de Vanuatu indicó en un comunicado que hay "muchos heridos y desaparecidos" y que se espera que la cifra de víctimas aumente, con Port Vila como el lugar en el que murieron las 14 personas de las que por el momento se tiene constancia esto debido a deslizamientos ocurridos tras el sismo.
Al menos diez edificios de la ciudad, de menos de 50.000 habitantes sufrieron "daños estructurales", entre ellos los de la Embajada de EE.UU., Reino Unido y Nueva Zelanda, añade el comunicado, en línea con lo que ya indicaron la víspera las propias legaciones.
El aeropuerto de Port Vila se encuentra cerrado salvo para el acceso de aeronaves de asistencia humanitaria.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó en un comunicado que se estima que 116.000 personas en todo Vanuatu se han visto afectadas y que las telecomunicaciones continúan interrumpidas en parte del archipiélago.
El daño causado en carreteras, puentes y otras infraestructuras dificulta asimismo el acceso a algunas zonas, añade. El hospital principal de Port Vila también sufrió daños, por lo que se ha desplegado tiendas de campaña fuera para atender a los pacientes.