Alrededor de 15 minutos demoró la muerte de Kenneth Eugene Smith, quien este jueves se convirtió en el primer reo ejecutado mediante el método de asfixia por nitrógeno en Alabama, Estados Unidos.
Lo anterior generó el reclamo de la Oficina de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, tras determinar que la forma empleada para dar muerte al sujeto era "equivalente a la tortura".
"El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, lamenta profundamente la ejecución de Kenneth Eugene Smith en Alabama, a pesar de las serias preocupaciones de que este método novedoso y no probado de asfixia con gas nitrógeno pueda equivaler a tortura o trato cruel, inhumano o degradante", señaló el organismo.
De acuerdo con varios medios estadounidenses, la muerte de Kenneth Smith fue lenta y dolorosa, ya que incluso convulsionó durante los 15 minutos que demoró el nitrógeno en hacer efecto.
Antes de morir, el hombre habría emitido una fatídica frase en contra de la decisión el estado de Alabama.
"Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos", expresó.
Kenneth Smith fue condenado a la pena de muerte tras asesinar "por encargo" a la esposa de un predicador en 1988.
Una de las razones para probar por primera vez el nitrógeno responde a las dificultades experimentadas con la inyección letal.
Concretamente, Alabama intentó ejecutar a Smith en noviembre de 2022, pero el verdugo fue incapaz de introducirle las vías intravenosas. Como parte de un acuerdo posterior, el estado se comprometió a no volver a intentar matar a Smith con el método tradicional.
La ONU denuncia posible tortura
Previo a desarrollarse la ejecución, la ONU expresó graves preocupaciones sobre este caso a través de su Oficina de Derechos Humanos.
El organismo exigió al estado de Alabama que detuviera la ejecución de Smith al considerar que podría incurrir en tortura.
"Nos preocupa que la ejecución de Smith en estas circunstancias pueda vulnerar la prohibición de la tortura u otros tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes, así como su derecho (del condenado) a recursos efectivos", dijo Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos.