Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, firmó este jueves una orden ejecutiva para desmantelar "de una vez por todas" al Departamento de Educación casi en su totalidad, reduciendo en gran medida sus atribuciones.
El presidente aseguró que Estados Unidos es el país desarrollado que "más dinero ha gastado por alumno" en las últimas décadas y que pese a ello el nivel académico nacional ha bajado. Por lo que decidió cambiar la estrategia: "Vamos a devolver la educación a los estados, donde pertenece", concluyó Trump.
No obstante, la Casa Blanca ha admitido que la agencia, que no puede cerrarse por completo sin la aprobación del Congreso, mantendrá competencias básicas relativas, por ejemplo, a la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles.
Cabe recordar que el departamentamento fue fundado en 1979, bajo de la desaprobación de los republicanos, es por esto que aseguró que fue una "decisión que ha llevado 45 años adoptar".
Aunque la posibilidad de que el Congreso apoye el cierre total del Departamento se considera altamente improbable, por la predecible falta de apoyo de los demócratas, Trump ha sugerido que puede conseguir suficientes votos a favor de la iniciativa en el Legislativo, destacando que su plan sigue siendo cerrarlo por completo.