El ex viceministro de Seguridad Pública de China, Sun Lijun fue condenado este viernes a una pena de muerte suspendida durante dos años por aceptar sobornos, entre otros delitos, informó el diario oficialista Global Times.
Este tipo de sentencia, con penas de muerte suspendidas, son relativamente frecuentes en el gigante asiático en casos de corrupción y representan que, si el reo no comete nuevos delitos y tiene un comportamiento adecuado durante el periodo en el que está vigente la suspensión, puede ver su pena conmutada a cadena perpetua.
Según el medio, Sun fue condenado por aceptar sobornos por valor de 646 millones de yuanes (91 millones de dólares, 92,5 millones de euros), además de por "manipular el mercado de valores" y por "poseer armas ilegales".
El funcionario fue expulsado del Partido Comunista chino (PCCh) el pasado 1 de octubre después de que una investigación de la Comisión Disciplinaria Central, el organismo encargado de luchar contra la corrupción del régimen comunista, concluyese que tenía unas "exageradas ambiciones políticas" y "carecía de integridad".
Sun fue uno de los líderes de los primeros grupos de trabajo enviados por el Gobierno a Wuhan para luchar contra el brote de COVID-19 en febrero de 2020.
En septiembre de 2021, otros miembros del aparato de seguridad chino fueron procesados por corrupción: el exjefe de policía de la ciudad de Chongqing (centro), Deng Huilin, y el exjefe de policía de Shanghái, todos ellos acusados de recibir en sobornos.
Asimismo, la condena de Sun llega un día después de que el exministro de Justicia de China Fu Zhenghua fuese igualmente condenado a una pena de muerte suspendida durante dos años por aceptar sobornos y abuso de poder.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.
El próximo 16 de octubre comenzará en Pekín el XX Congreso del Partido Comunista, en el que Xi podría iniciar un tercer mandato inédito entre sus predecesores de las últimas décadas.
Foto: Global Times