Gisèle Pelicot, la mujer que fue drogada por su esposo, Dominique Pelicot, para que fuese violada y abusada sexualmente por cerca de 50 hombres en Francia, manifestó "estar destruida" y "no tener vergüenza", durante el juicio realizado en contra de su marido y atacantes.
Durante su intervención en el Tribunal de Aviñón, la víctima de 72 años arremetió en contra de las parejas de los abusadores que están siendo enjuiciados por defenderlos a ellos.
"Estas madres, hermanas, mujeres, han contado que sus hermanos y maridos eran excepcionales. Yo también tenía un hombre excepcional, pero el perfil del violador puede estar en la familia, en los amigos", aseveró.
Gisèle Pelicot, convertida en un auténtico símbolo feminista en Francia, explicó que cada día acude al juicio por todas las víctimas de violación, y por aquellas mujeres y hombres que día tras día la apoyan, con aplausos en los juzgados y con mensajes a través de las redes sociales.
"He tomado conciencia de que no tengo que tener vergüenza, no tengo nada a reprocharme, he sufrido 100 violaciones", aseguró.
En la instancia, la mujer explicó que optó por un juicio abierto y entregó su consentimiento para que se hayan mostrado videos de la violaciones se debe a que quiere "que todas la victimas de violación puedan decir que, si la señora Pelicot lo hizo, lo podemos hacer también".
"No quiero que tengan miedo, nosotras no tenemos que tener vergüenza, son ellos", insistió. Sin embargo, reconoció estar "destruida" a sus 72 años: "Soy una mujer completamente destruida y no sé cómo me voy a levantar. No sé si mi vida dará para entender todo lo que me ha ocurrido".
A preguntas de los abogados de las defensas, Gisèle Pelicot afirmó que "entiende" las peticiones de perdón de algunos acusados, pero que para ella son "inaudibles", pues "se excusan ellos mismos".
"Para mí son violadores y lo seguirán siendo", sentenció la víctima, que mostró su enfado por algunos de los testimonios de los acusados y algunas de las preguntas de los abogados defensores.
La última vez que tomó la palabra fue para denunciar "una humillación" en algunos de los testimonios y en las estrategias de algunas de las defensas: "Vinieron a violarme, es tan degradante lo que escucho en esta sala".
En las inmediaciones del Tribunal de Aviñón se pudieron ver varias pancartas en apoyo a Gisèle Pelicot y a las víctimas de abusos sexuales.
"Una violación es una violación", decía una de esas pancartas, mientras que en otra se leía en castellano: "Bienvenidas nuestras hermanas en apoyo a Gisèle", en referencia al grupo de feministas españolas que acudió a la manifestación que tuvo lugar el pasado sábado frente al juzgado en apoyo a la víctima.