Un perrito al que sus dueños dieron en adopción y luego fue acogido por una nueva familia, caminó 65 kilómetros durante 26 días para volver a la casa donde nació en Irlanda del Norte.
Se trata de Cooper, un Golden Retriever, quien huyó del auto de la que sería su nueva familia tras haber sido adoptado.
Ante ello, una organización benéfica dedicada a localizar mascotas perdidas publicó la imagen del can para intentar ubicarlo.
Sin embargo, no se supo del paradero del perrito hasta 26 días después, cuando llegó al domicilio de su antiguo dueño, a más de 65 kilómetros desde donde huyó.
La organización que lo buscó, llamada Lost Paws NI, indicó que que "Cooper es inteligente. El instinto lo llevó de regreso a un lugar con el que estaba familiarizado. Cómo lo hizo, nunca lo sabremos, pero lo logró. Sin comida, sin refugio, sin ayuda, solo tenaz determinación y esa increíble nariz”.
Nigel, el nuevo dueño del can, dijo que “está a salvo ahora. Está comiendo comidas pequeñas para desarrollar su fuerza y recuperar algo de peso lentamente. Ha perdido mucho peso y necesita desesperadamente un baño tibio, pero eso puede esperar hasta que esté más fuerte”.