El partido opositor sudafricano Luchadores por la Libertad Económica (EFF) pidió a la India la detención y el procesamiento del Dalái Lama por "abuso infantil" tras la polémica desatada por un vídeo difundido en las redes sociales en el que el líder budista pide a un niño que "chupe su lengua" durante un evento.
"La patética disculpa publicada (...) por la oficina del Dalái Lama debe ser rechazada con condenación. El abuso infantil no puede ser disculpado", dijo la formación de izquierda radical, tercera fuerza política de Sudáfrica, en un comunicado difundido este martes a través de la red social Twitter.
EFF Calls On Indian Authorities To Arrest The Dala Lama, Tenzin Gyatso For Child Abuse pic.twitter.com/SdELZGke3a
Las imágenes, que se viralizaron en las redes sociales, muestran al Dalái Lama besando al niño en los labios durante un acto y en presencia de otros adultos, y, a continuación, preguntándole si le puede "chupar" su lengua.
Segundos después, el líder espiritual tibetano señala su boca y saca la lengua.
Tras la controversia desatada, la oficina del Dalái Lama expresó este lunes en un comunicado sus "disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo, por el daño que sus palabras han causado".
Asimismo, argumentó que "su santidad a menudo toma el pelo a las personas que conoce de forma inocente y traviesa, incluso en público y ante las cámaras".
"No perdonar a ningún líder religioso que cometa actos abusivos"
Sin embargo, para EFF "es revelador que la disculpa se emitiera casi un mes después del deplorable incidente y sólo tras el aumento de la presión por parte de activistas contra el abuso infantil".
Según el partido, "se supone que los líderes religiosos deben ser protectores, no abusadores de los más vulnerables en la sociedad", de modo que "la ley no debe perdonar a ningún líder religioso que cometa actos abusivos".
Historia del líder religioso
Lhamo Dondhup, nombre original del decimocuarto Dalái Lama, huyó junto a miles de compatriotas a la India a principios de 1959 tras la dura represión china contra el fallido levantamiento popular de Lhasa, capital del Tíbet.
Desde entonces, continuó la lucha por la libertad de su pueblo, aunque siempre "oponiéndose sistemáticamente a la violencia", motivo por el cual le fue concedido el Nobel de la Paz en 1989.
El líder religioso tibetano nació el 6 de julio de 1935 en Taktser, en el Tíbet oriental, donde a los dos años de edad se convirtió en cabeza espiritual de su pueblo al ser reconocido como la reencarnación de su predecesor.