La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó en segunda legislatura enmiendas a la Constitución que otorgan poder total a Daniel Ortega, actual presidente de Nicaragua, y a su esposa Rosario Murillo, sobre los demás poderes del Estado.
Al transformar el Estado en "revolucionario", los legisladores reformarán 148 de los 198 artículos de la carta magna. Asimismo, derogarán 37 artículos, incluyendo la prohibición de la práctica de la tortura y el recurso de habeas corpus, una legislación que protege a las personas contra detenciones arbitrarias o ilegales.
"Hoy estamos en el proceso refundacional del Estado y de la República revolucionaria, evolutiva, cristiana, solidaria, socialista y antiimperialista", señaló el diputado sandinista Moisés Absalón Pastora.
En esta misma línea, el documento ampliaría el periodo presidencial por un año más, además de crear la figura de una "copresidenta" y otorgar al poder ejecutivo el control sobre el resto de los poderes del Estado, legaliza la apatridia, y crea la Policía Voluntaria, acusada de ser una fuerza paramilitar.
El titular del Parlamento, el sandinista Gustavo Porras, explicó en el pleno que esta reforma parcial a la Constitución será discutida "artículo por artículo" y se prevé que esté lista para el 30 de enero.