El gobierno de Paraguay reconoció este lunes a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela y con derecho a asumir la conducción de ese país este viernes 10 de enero, en respuesta a la decisión de Caracas de romper relaciones con Asunción tras las declaraciones de apoyo del mandatario Santiago Peña al líder opositor.
Además, en un comunicado difundido por la Presidencia, el Ejecutivo paraguayo exigió al embajador de Venezuela en Asunción, Ricardo Capella, y al personal diplomático acreditado en Paraguay "que abandonen el país en las próximas 48 horas".
El gobierno de Peña ratificó el reconocimiento a González Urrutia como ganador de las elecciones del pasado 28 de julio -triunfo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela adjudicó al actual gobernante Nicolás Maduro- y, "en tal carácter", consideró que tiene "el derecho de asumir la dirección de su nación el próximo 10 de enero, conforme con la voluntad soberana del pueblo venezolano".
En ese contexto, ratificó "el firme y contundente apoyo del Paraguay al derecho del pueblo venezolano a vivir en democracia, dentro de un Estado de derecho, con respeto absoluto a sus libertades y garantías fundamentales".
Transición pacífica
En una comparecencia posterior ante periodistas, el canciller paraguayo, Rubén Ramírez, ratificó el anuncio de la Presidencia y abogó por una "transición pacífica" en Venezuela, este 10 de enero.
De igual forma, argumentó que Paraguay no reconoció los resultados de las elecciones del 28 de julio en el país caribeño "debido a la falta de respaldo documental que sustente los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE)" y "a que las copias de las actas electorales presentadas por la oposición contradicen los mismos".
El jefe de la diplomacia paraguaya indicó que Asunción restableció sus relaciones diplomáticas con Venezuela "como muestra de apoyo al proceso de restauración democrática en ese país, tras la firma del Acuerdo de Barbados en octubre de ese mismo año".
No obstante, citó los pronunciamientos de Asunción para condenar lo que señaló como "reiteradas violaciones" del Gobierno de Maduro a las "garantías" pactadas en ese acuerdo, así como sus denuncias sobre "persecución política sistemática y el desprecio absoluto" hacia las garantías electorales y "la brutal persecución política que sufren miles de ciudadanos venezolanos".