Las autoridades de Afganistán han confirmado la muerte de más de 800 personas y un millar de heridos en los terremotos de magnitud 6,3 y las consecutivas réplicas que sacudieron ayer el estado de Herat, en el oeste del país, uno de los peores terremotos registrados en el país en las últimas décadas.
"Lamentablemente son más de 800 muertos, 1.000 heridos y las cifras pueden aumentar aún más", informó a EFE la directora de prensa del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Janan Sayeq.
El portavoz de la Media Luna Roja Afgana (ARCS), Irfanullah Sharafzoy, indicó a EFE por su parte que 12 aldeas del distrito de Zinda Jan, epicentro de los temblores, "han quedado completamente destruidas y el personal de la Media Luna Roja Afgana todavía está buscando en la zona y bajo los escombros".
Mientras, los residentes están siendo evacuados a zonas más seguras, indicó.
Se estima que unas 4.200 personas, incluidas 600 familias, se han visto afectadas y 400 casas quedaron destruidas a causa del terremoto, con la aldea de Mahal Wadakah como la más afectada, según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA)
El documento cifró en 2.100 el número de personas que han sido desplazadas a ciudad de Herat, y capital de la provincia homónima, "donde viven en edificios abandonados", de acuerdo con la OCHA.
Afganistán sintió en esta jornada al menos siete temblores. El primero de todos, el de mayor magnitud, ocurrió a las 12:11 (+5:30 GMT) a 14 kilómetros de profundidad y a 33 kilómetros de la ciudad de Zindah Jan, ubicada en la provincia de Herat, según el USGS.
Le siguieron cuatro réplicas consecutivas de 5,5; 4,7; 6,3; y 5,9 respectivamente en un lapso de una hora.
El cuarto seísmo, también de magnitud 6,3, se registró a unos diez kilómetros de profundidad y a unos 29 kilómetros de Zindah Jan.
Más tarde, el servicio de sismología estadounidense sintió otros dos temblores casi una hora después en la provincia de Herat de magnitud 4,8 y 4,9 , respectivamente.
El país asiático se encuentran entre los países más propensos a desastres naturales, al estar situado en la cadena montañosa del Hindu Kush, un punto de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
Además, Afganistán cuenta con una población muy vulnerable, mayormente pobre, además de carecer de infraestructura suficiente para hacer frente a desastres como inundaciones o terremotos.
A finales de junio del año pasado un terremoto similar de magnitud 5,9 en las provincias afganas orientales de Paktika y Khost, fronterizas con Pakistán, provocó la muerte de más de mil personas y unos 1.500 heridos, además de la destrucción de cientos de viviendas.
Afganistán sufrió también una de las mayores catástrofes causadas por terremotos en 1998 en el norte del país, cuando en febrero dos sismos de magnitud 5,9 y 6 causaron la muerte de unas 4.000 personas. Pocos meses después, a finales de mayo, otro seísmo de magnitud 7 volvió a sacudir la zona y causó unos 5.000 muertos.