El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se dirigirá hoy al país en un discurso televisado a las 20 horas (18 horas GMT) con la meta de rebajar la creciente tensión social y política por la impopular reforma de las pensiones, sancionada este mismo sábado.
Macron hablará solemnemente sobre la reforma por segunda vez, después de la entrevista que le hicieron el pasado 22 de marzo en un canal público, poco después de que se aprobase la norma en la Asamblea Nacional gracias a un polémico resorte constitucional que eximía de votarla.
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, aseguró que la alocución del jefe de Estado de esta noche será de un tono "tranquilizador" en un país que ha registrado desde inicios de este año una docena de masivas movilizaciones lideradas por los sindicatos, mayormente pacíficas, aunque algunas de ellas degeneraron en episodios de violencia.
Desde este fin de semana, el enfado de una buena parte de los franceses ha subido de tono, pues el presidente promulgó la ley -paso previo para su entrada en vigor- nada más haber recibido el viernes el aval del Consejo Constitucional para el grueso de la misma (que incluye el aumento la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años).
Los sindicatos y la izquierda, que le habían pedido no sancionarla, se enfurecieron con Macron por haberla publicado tan rápido, pues tenía 15 días para hacerlo.
En ese ambiente tan tirante, las organizaciones de los trabajadores declinaron una reciente invitación presidencial para este martes 18.
Según confirmó en "Le Parisien" el líder sindical Laurent Berger, del mayoritario CFDT, no hablarán con el presidente al menos hasta el 1 de mayo, cuando esperan realizar una demostración de fuerza con una multitudinaria manifestación por el día del trabajo.
Macron, no obstante, descarta echarse atrás en una reforma que ve esencial para el equilibrio presupuestario del país, pues el gasto en el pago de pensiones representa casi el 16 % del PIB francés, el porcentaje más elevado en la UE después de Grecia e Italia.