La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) ganó las elecciones legislativas en Francia aunque sin mayoría absoluta, tras un ajustado balotaje con la alianza del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha disputándose el segundo puesto, según las primeras proyecciones entregadas por varios estudios demoscópicos este domingo.
El NFP obtendría entre 160 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista con entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con entre 115 y 152, según cuatro proyecciones diferentes.
Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasa en su intento de lograr la mayoría absoluta, que las proyecciones consideraban posible hace una semana, e incluso de ganar, como parecía viable hace dos días. Además, demuestra la efectividad de la política de no dispersión de votos que adoptó todo el arco político para contener a la ultraderecha, que había obtenido el 33,15 por ciento en la primera vuelta.
El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon celebró los resultados, asegurando que los electores franceses consiguieron evitar "el peor escenario posible". Mélenchon, cuya alianza -a la luz de las proyecciones- carece de mayorá absoluta, exigió a Macron que nombre a un primer ministro izquierdista.
En un discurso pronunciado ante centenares de personas reunidas en la capital para celebrar la victoria, Mélenchon consideró que los resultados "confirman la derrota del presidente y de su coalición" y le pidió que "no intente escapar de esa derrota con subterfugios", y señaló que el primer ministro debe ser del Nuevo Frente Popular.
Macron, por su parte, pidió "prudencia" y festejó que su alianza de centroderecha "sigue bien viva".